Una apuesta que ilusiona

“Tú no me conoces, pero mi nombre es Edward Bloom y estoy enamorado de ti. Pasé los últimos 3 años trabajando para averiguar quién eras. Me han disparado, cortado y pisoteado unas cuantas veces; me rompieron un par de veces las costillas, pero todo eso ha valido la pena por verte aquí, ahora, y finalmente poder hablar contigo. Porque mi destino es casarme contigo. Lo supe desde el primer momento en que te vi y lo sé ahora”

Ante esa inusual declaración de amor, Sandra Templeton se dispensa del inoportuno joven: “discúlpame, estoy comprometida para casarme”. Ante la mirada atónita, agrega: “pero te equivocas, sí te conozco, al menos por tu reputación: Edward Bloom, de Ashton. De hecho, mi prometido también es de Ashton: Don Price”.

Edward Bloom felicita a Sandra, da la media vuelta y se marcha. Una voz en off habla: “El destino tiene una cruel manera de cercarte (…) Hay momentos en la vida en que un hombre de pelear y momentos en los que debe aceptar que su destino está perdido, que el barco ha partido y que solo un iluso continuaría”.

De pronto, para cerrar esta fantástica escena de “Big Fish” (una de las obras maestras de Tim Burton), la misma voz señala: “La verdad es, que siempre he sido un iluso”. Edward Bloom vuelve a dar la vuelta y grita a los cuatro vientos: “Sandra Templeton, estoy enamorado de ti y vas a ser mi esposa”. El resto, es de adivinarse.

La escena ha venido a mi cabeza a raíz de la enorme serie de dificultades que un gran amigo mío, Marco Vinicio Flores Guerrero, ha enfrentado en los últimos meses en su aspiración para dirigir al PRI en Guadalupe.

La primer condicionante que tuvo fue lograr la unidad. Él entendió ese requisito como lograr el respaldo de la estructura orgánica en la que el PRI se edifica: los sectores y organizaciones. Cuando lo logró, resultó que eso no era suficiente. Es más, casi era un punto en su contra.

Después, la unidad consistía en tener el respaldo de otros candidatos. En una reunión entre los aspirantes y la dirigencia del partido, éstos respondieron a una pregunta: “Si usted no fuera el próximo dirigente, ¿A quién apoyaría?” Marco Vinicio ganó la votación, pero tampoco fue suficiente.

Después, la unidad era ganar la elección en el Consejo Municipal. Cuando acudió a registrarse, en un ambiente de algarabía, la Comisión de Procesos Internos rechazó su inscripción porque su constancia del ICADEP no era reciente, según un oficio turnado por la hija de la única aspirante que fue registrada. Un requisito no solo anti-estatutario e inexistente en la convocatoria, sino claramente anti-constitucional.

Aún así, y empeñando su patrimonio y su tiempo, Marco Vinicio ha seguido adelante. Con ejemplar entereza y anteponiendo su interés por representar en Guadalupe el proyecto político de Miguel Alonso, ha sido mesurado y propositivo. Ante la decisión del Comité Directivo Estatal de validar el atropello, remitió al presidente del PRI en Zacatecas un escrito, del cual me gustaría citar algunos párrafos de manera textual:

“Hemos interpuesto recursos de inconformidad, haciendo uso de nuestros derechos estatutarios y usando los instrumentos que la Ley nos permite para defender nuestros derechos políticos. Para defender nuestro derecho a la participación democrática y para defender el derecho a la participación de los jóvenes. Para defender el derecho de la militancia a elegir a sus dirigentes con legalidad y democracia.

Interpusimos el recurso legal en contra del ilegal y tramposo dictamen que nos niega la posibilidad de participar porque lo consideramos violatorio de nuestros derechos políticos. Más grave aún, consideramos que se nos está privando el derecho de expresarnos libremente y decidir sobre quién debe dirigirnos, pero sobre todo, hacia dónde dirigirnos; qué queremos hacer con nuestro partido, cómo hacerlo crecer y volverlo ganador en Guadalupe.

Esto es lo fundamental: los jóvenes queremos un partido ganador, no queremos un partido de prebendas, de tráfico de influencias. No queremos un partido de plurinominales. Queremos un partido que asuma la responsabilidad de ser mayoría, que asuma el reto de ser gobierno, porque estamos seguros que somos los priístas los que mejor podemos gobernar Guadalupe; somos los que podemos generar el cambio para el bienestar y desarrollo de los Guadalupenses.

Somos personas conscientes de nuestros derechos y estamos dispuestos a defenderlos con acciones legales y políticas, porque queremos erradicar la trampa, la mentira, la simulación y la venta de la plaza política en el municipio. Por eso estamos luchando para tener un partido a la altura del estatal y nacional. Queremos modernizar la política, queremos una práctica política y una acción partidista que sea atractiva, convincente y gane la voluntad mayoritaria de los guadalupenses. Tenemos ideas, proyectos y capacidades para logarlo.

Somos una expresión que integra varias generaciones: hay juventud y experiencia. Lo que no aceptamos es la actitud claudicante y la práctica política basada en el “¿De dónde saco más?”; nosotros estamos comprometidos con el fortalecimiento y el crecimiento de nuestro partido. Queremos participar intensamente en construir un PRI ganador”.

Hoy afirmo, más allá de cálculos políticos, que el día en que esos argumentos dejen de ser suficientes para apoyar la lucha de alguien, dejará de tener sentido mi participación política. Espero que el Partido sepa valorar el gran activo que tenemos en Marco Vinicio Flores Guerrero.

*Diputado local

[email protected]

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest

0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x