Pugnas entre cárteles sacuden carreteras de Zacatecas

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Zacatecas, Zac.- A lo largo de las carreteras que atraviesan al menos una treintena de municipios desde su frontera con Jalisco hasta sus colindancias con Durango, Coahuila y San Luis Potosi, Zacatecas padece la violencia derivada de la pugna y reacomodos de los cárteles de las drogas, las cuales, según informes de la Secretaria de Seguridad Publica Federal (SSPF) y de la Procuraduria General de Justicia del Estado (PGJE), se han traducido en homicidios, asaltos, secuestros y desapariciones.

La presencia de grupos criminales como Los Zetas y de sus rivales del cártel del Golfo o de Los Chapos del cártel de Sinaloa en esos ayuntamientos y en sus carreteras han prendido focos rojos por el peligro que significa vivir o transitar por esos sitios, al grado que a algunas regiones y rutas zacatecanas sólo se atreven a llegar fuerzas federales y militares, según han reconocido autoridades locales.

Plagios y robos a políticos, funcionarios y alcaldes se han escenificado en esta ruta significativa en el país, ya que conecta con cuatro estados.

Zacatecas ha sido paso carretero obligado por su conectividad con la zona occidente y centro del país, que enlaza a la zona fronteriza con Estados Unidos, por ello la pugna de las bandas criminales por las rutas, y la razón de que algunas de ellas se han catalogado como peligrosas.

Las principales rutas carreteras que pasan por esta entidad son: al norte, la denominada México-Ciudad Juárez (Zacatecas-Durango) y al sur Colima-Ciudad Mier (Zacatecas-Jalisco-Aguascalientes). Por el municipio de Sombrerete está la otra puerta a Durango que conduce al Paso, Texas. Y, al oriente, por San Luis Potosí, se inicia la ruta hacia Tampico, Tamaulipas.

La Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada e Industria Satelital (AMESIS) afirmó que ante el incremento de 30% el robo a transportistas y de vehículos en las carreteras, Zacatecas figura dentro de los focos rojos en el país.

Desde hace cuatro años, la alerta se prendió en Zacatecas, cuando la SSPF informó que el mercado de los cárteles había cambiado y, por ende, la violencia o asentamiento de grupos armados tenían presencia en entidades como Zacatecas, además de San Luis Potosí y Coahuila, con células de Los Zetas, en ese entonces, brazo armado del cártel del Golfo.

Ruta Cuencamé

Los primeros brotes de violencia e inseguridad se hicieron públicos a finales de 2008 y principios de 2009, principalmente en la zona norte de Zacatecas. Esto provocó desabasto de gas licuado de petróleo (LP) debido a los secuestros exprés y extorsiones al personal gerencial de las empresas distribuidoras, las cuales, cerraron temporalmente sus negocios en municipios del norte como Río Grande, Juan Aldama, Miguel Auza y Nieves, colindantes con Durango y Coahuila, sobre todo, cuando los empresarios calificaron como crítica la carretera que conecta con Torreón, Coahuila.

En junio de ese mismo año, en esa misma ruta, se agregó el robo de cargamentos de materiales preciosos con el caso de la desaparición del general brigadier José Lamberto Ponce Lara —quien encabezó en 1989 el operativo para capturar al entonces líder del sindicato petrolero Joaquín Hernández Galicia, ex jefe del agrupamiento de Zorros del Distrito Federal— junto con otras dos personas que custodiaban 12.5 toneladas de concentrado de oro y plata en el traslado por Sinaloa, Durango y Zacatecas.

De acuerdo con el rastreo satelital de la empresa minera Cosala, al llegar a Cuencamé, a unos 70 kilómetros de su destino, el cargamento fue desviado a caminos rurales zacatecanos.

En esa ocasión, los familiares de los civiles desaparecidos aseguraron ante los medios de comunicación que no era la primera vez que robaban materiales preciosos y manifestaron que estos atracos eran cometidos por la delincuencia organizada asentada en el territorio de Zacatecas.

Ni el tren se escapa

A finales de 2009, en la ruta Cuencamé y en la colindante con Saltillo, comenzaron los asaltos masivos de vehículos de agencia, tanto a nodrizas como a trenes de carga de Ferromex, que trasladaban automotores y, principalmente, vehículos de lujo procedentes de Jalisco y Aguascalientes rumbo a Monterrey, Chihuahua y Nuevo Laredo.

Por ejemplo, entre marzo y abril de 2010 se cometieron tres asaltos entre los municipios de Cañitas de Felipe Pescador y Villa de Cos. Dos fueron a nodrizas y uno a un tren. En total, se robaron 12 vehículos de lujo.

Un hurto similar ocurrió en marzo de este año, cuando sujetos armados subieron al tren y obligaron a los maquinistas a desviar el ferrocarril y robaron 20 camionetas de lujo.

Sin embargo, autoridades estatales como el procurador Arturo Nahle insistieron que desde hace medio año, “Zacatecas ya no tiene focos rojos de inseguridad en las carreteras” por asaltos al transporte de carga, debido a que esta situación que se registraba en el tramo Fresnillo-Juan Aldama-Río Grande, colindante con la región de Cuencamé-Durango, “quedó superada” por el refuerzo en la vigilancia por parte de la policía federal.

Un caso que marcó a la entidad en sus rutas críticas fue el de la desaparición de los 10 cazadores originarios de Guanajuato, quienes en diciembre de 2010 se internaron en la sierra del sur de la entidad para sus actividades de caza. Al transitar por Joaquín Amaro fueron detenidos por policías y luego entregados a un grupo armado.

Otra desaparición en carretera ocurrió en febrero de este año, cuando Juan Carlos Guardado, ex alcalde de Fresnillo, y su chofer, se dirigían a Mazatlán y jamás se supo de su paradero.

En ese mismo mes, el gremio sindical de maestros de la Sección 34 del SNTE denunció ante diputados locales que eran víctimas de secuestro y asaltos por parte de la delincuencia organizada en las carreteras de la entidad, principalmente en las de las regiones educativas de Sombrerete, Chalchihuites, Juan Aldama, Pinos, Tabasco y Juchipila, donde les han robado autos.

Incluso, a finales de agosto, en las carreteras de Fresnillo-Durango fueron plagiados el ex alcalde de Cuencamé, René Carreón Gómez, así como el ex diputado de Durango, Filiberto Villalobos Caballero. Al día siguiente ambos fueron rescatados de una casa de seguridad ubicada en el municipio zacatecano de Sombrerete.

Actualmente, una de las carreteras que más se han complicado es la conocida como “el sur”, esto, debido a la pugna que mantienen los Carteles Unidos, a través del Cártel del Golfo que, después de su fractura con Los Zetas, ahora pelea por esta plaza.

En esta lucha encarnizada que se ha registrado en esa región colindante con Jalisco, cabe recordar que el 20 mayo, en el municipio de Florencia de Benito Juárez se enfrentaron dos grupos rivales. El encontronazo dejó oficialmente 18 muertos (15 en territorio zacatecano y cinco en territorio jalisciense).

Entre esos muertos figuró el hermano de Fortino Cortés, alcalde de Florencia. En esa ocasión, el entonces edil reconoció ante medios locales que el Ejército Mexicano “era la única instancia que se atrevía a entrar a esa zona”. También comentó que a raíz de ese cruento enfrentamiento se había quedado sin policías municipales.

Un mes y medio después, el alcalde fue plagiado y asesinado junto con el líder ganadero Gilberto Pérez, ambos cuerpos fueron tirados en Huejúcar, Jalisco. El homicidio fue ligado a esta disputa del crimen organizado.

Los municipios que están en esa zona de conflicto del sur y que colindan con Jalisco y Aguascalientes son: Juchipila, Apozol, Tabasco, Huanusco, Jalpa, Tlaltenango y Tepechitlán y Florencia. Entre los municipios considerados focos rojo también están: Teúl de González Ortega, Momax, Monte Escobedo, El Plateado de Joaquín Amaro y Trinidad García de la Cadena.

El Universal

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