Triplica Quetzal su población; rinden frutos trabajos de conservación

El secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Rafael Elvira Quesada, se congratuló del éxito obtenido por los trabajos de conservación del Quetzal, un ave en peligro de extinción y que sólo es posible observar en libertad en la Sierra Madre de Chia­pas y la zona limítrofe de los Chimalapas en Oaxa­ca.
Sitio donde los trabajos de protección del gobierno federal y otras instancias oficiales han permitido que en la Reserva de la Biosfera El Triunfo, Chiapas se tenga actualmente una estimación de tres individuos de esta especie por cada 16 hectáreas a diferencia de hace 25 años cuando sólo se estimaba presencia de un ejemplar en dicha extensión de territorio.
Asimismo, el funcionario federal indicó que estos cálculos han podido ser determinados por diversos estudios de radiotelemetría efectuados en la zona, que dieron a conocer los movimientos locales del ave, que se desplaza en un radio de hasta 10 kilómetros desde el lugar de anidación, así como sus movimientos altitudinales.
Recordó que antiguamente el Quetzal se distribuía desde Chi­riquí, en Panamá, hasta el Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca por encima de los mil 200 metros de altitud en los bosques nublados húmedos y con precipitaciones pluviales superiores a los tres mil milímetros anuales.
Sin embargo, por la destrucción de su hábitat y por la cacería de la que fue objeto para la obtención de sus plumas, su distribución en México se redujo.
Ésto fue fundamental para definir los límites del área protegida, logrando en 1990 crear la Reserva de la Biosfera El Triunfo, en Chiapas y que, este año festeja 21 años de proteger al Quetzal y al Pavón, entre otras especies importantes de la zona. Cabe mencionar que la reserva es mane­jada por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Pro­tegidas (Conanp).
Elvira Quesada señaló que esta ave es de tamaño mediano con plu­maje de color verde iridiscente en el dorso, en am­bos sexos.
Los machos se diferencian de las hem­bras por tener el pecho  rojo y dos largas plumas que cubren la cola, que alcanza hasta un metro de longitud; se alimenta principal­mente de frutos y de animales pequeños como lagartijas, grillos, ratones y mariposas.
Resaltó el trabajo del finado biólogo mexicano Jesús Estudillo, quien se dio a la tarea de estudiar a esta ave y evitar su extinción, siendo el primero a nivel mundial en descubrir que en cautiverio no se reproducía y moría joven al no contar con la presencia cercana de bromelias y helechos, que le ayudarán a eliminar el exceso de hierro de su dieta.
De esta forma se creó en el municipio de Ixtapaluca, Estado de México, el tercer aviario más grande de Latinoamérica “El Nido”, donde con gran éxito se ha reproducido al Quetzal en cautiverio, uniéndose al Zoológico “Miguel Álvarez del Toro”, ubicado en la Reserva Ecológica del Zapotal, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, como los únicos sitios en lograr dicha hazaña.
El Quetzal fue un símbolo de Mesoamérica, considerado como la representación de Quetzalcóatl y Kukulkán, la serpiente empluma­da, debido a que durante su vuelo las largas plu­mas cobertoras de la cola ondulan en el aire de manera similar al movimiento de estos reptiles. Además que sus plumas sirvieron para confeccionar el penacho de Moctezuma.
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