La visita presidencial y el 2012

En el sentido estricto de la palabra, Felipe Calderón Hinojosa estuvo apenas unas horas en Zacatecas; en Fresnillo, para ser exactos. Durante su fugaz estancia, el presidente llegó, saludó, habló, inauguró, evadió, comió y se fue.

Al menos en el terreno de lo público no hubo respuesta del presidente a una serie de peticiones del gobernador. Fue notaria la falta de compromisos. En lo privado, la situación pudo ser distinta pero eso sólo Miguel Alonso Reyes lo sabe.

Es bueno saber qué pidió el mandatario a Calderón: el gasoducto, la construcción de una aduana, que permanezcan aquí la Marina, el Ejército, la Policía Federal y probablemente, el pago de los 600 millones de pesos que adeuda la SHyCP al Estado. En las próximas horas sabremos si hay voluntad de ayudar.

Por cierto, el gobernador se entrevista en las próximas horas con el secretario de Energía José Antonio Mead para hablar sobre el tema del gasoducto.

¿Pero entonces qué dejó pues la visita presidencial al Estado?: Nada con claridad, que no sea, que se trató de la primera visita oficial de Calderón en la era alonista, pero nada más.

De acuerdo con las crónicas periodísticas no hubo un compromiso real del señor presidente para con Zacatecas, no al menos, que la opinión pública conozca de manera puntual.

Si bien, para el ciudadano Felipe Calderón ya es complicado hacer compromisos a estas alturas de su gobierno, creo yo, debió cuidar esta parte y responder con inteligencia a las peticiones del gobernador. Nada le costaba.

El discurso que lanzó Calderón eminentemente político, no de compromisos ni de acuerdos. Considero, que en política hay formas de decir sí a algo a lo que alguien no se puede comprometer.

Ahora bien, en descargo a favor del presidente, durante el evento en la minera El Saucito, donde -minera Peñoles ha invertido alrededor de tres mil 545 millones de pesos-, Calderón Hinojosa, se condujo siempre con toda propiedad, aunque por momentos sí fue evidente el desinterés hacia las peticiones del jefe del Ejecutivo.

La pregunta obligada: En el tiempo que le queda de mandato al señor presidente ¿volverá a Zacatecas? Sin duda, ésto dependerá mucho de la dinámica que le inyecte el propio mandatario estatal a su gestión.

Creo que la apertura del distribuidor vial que se construye hoy día en la central de autobuses podría ser un buen pretexto.

¿Y el federalismo?

¿Y el Federalismo dónde está? No se percibe un trato equitativo hacia Zacatecas.

Habrá  que recordar, que históricamente, Zacatecas no ha sido tratado igual con respecto a otros estados, al menos, ese fue el reclamo de los gobiernos del PRD, en especial, del polémico ex mandatario Ricardo Monreal Ávila.

De todos es conocido, que al menos en el discurso, Amalia Dolores García Medina recibió más recursos públicos por la buena relación que tenía tanto con Vicente Fox como con Felipe Calderón.

Aún y con este desplante, -vamos a llamarlo así-, me parece, que la actitud del gobernador Miguel Alonso Reyes, debe ser la de continuar con las gestiones de más recursos, cuantas veces sean necesario, comenzando por esos 600 millones que la Federación adeuda a Zacatecas.

Lo paradójico de todo, fue que un día antes a la visita del presidente, la postura de la dirigencia estatal del PRI que encabeza el controvertido Juan Carlos Lozano Martínez y de algunos diputados fue propositiva y hasta entreguista hacia el jefe de las instituciones del país.

Sin embargo, a ojos y oídos de muchos de los asistentes al evento en la minera, Felipe Calderón no correspondió con compromisos públicos a las peticiones que le formuló el gobernador. Insisto, si se dieron en lo privado eso ya es otra cosa.

Que se entienda, llamó la atención que mientras el mandatario estatal planteaba una serie de peticiones, el presidente se mostró poco interesado. Habrá que esperar, si en los meses venideros se ven acciones favorables hacia Zacatecas que permitan cambiar la percepción.

En suma, podría desprenderse que la postura de silencio asumida el martes por Calderón pudo haber sido por:

a) Porque en Zacatecas gobierna hoy el PRI.
b) Porque ahí viene el 2012.
c) Porque es una revancha política por los resultados en Edomex y otros estados.
d) Porque así se pactó la visita.
e) O simplemente no hubo tal desprecio hacia Zacatecas y la percepción es más que errónea.

De tal suerte pues, que no han faltado las interpretaciones, aunque fue notorio el silencio del presidente. Habrá que reflexionar un poco sobre los términos en que se dio el contexto de la propia visita.

Queda espacio sólo para expresar la siguiente reflexión.

Es probable, que electoralmente, Zacatecas no sea una prioridad para el gobierno del presidente de la República, pero es claro, que nunca como ahora, requerirá de esos 300 mil votos que le pudiera dar nuestro Estado, ante un escenario de una elección presidencial cerrada y competida como ocurrió en el 2006.

Así  las cosas, el desplante del que hemos hablado, para muchos analistas tiene que ver ya con la brutal paliza que sufrió el PAN a manos del PRI, en Edomex, Coahuila, Hidalgo y, en menor medida en Nayarit.

De tal suerte, que todo lo que veamos de ahora en adelante, -con o sin razón- habrá que ubicarlo ya en la elección presidencial de 2012.



Para el anecdotario:


1) Me parece, que en la accidentada elección del pasado sábado, marcada por la sospecha de la compra de votos, –lo que queda del PRD-, perdió una excelente oportunidad de salir fortalecido y unido. Manos oscuras mancharon un proceso, que a decir de algunos aspirantes nació muerto desde la publicación de la propia convocatoria.


En lo personal, me sorprendió el “triunfo” de Gerardo Espinosa, mismo que quedó cuestionado, pero que entiendo se tendrá que respetar. Lo que sí es un hecho es que Amalia García ni Claudia Corichi lograron imponerse. Qué viene para el nuevo presidente, de entrada, que aglutine a todas las tribus, que comience con le cirugía mayor que requiere el partido para regresarle la confianza a la gente.


Me queda una duda: ¿Tendrá la legitimidad el nuevo líder para hacerlo? Por lo pronto, su triunfo ha sido impugnado. De tal suerte pues, que Gerardo Romo y Rafael Flores mienten cuando dicen que salieron unidos y fortalecidos.


2) La sospecha de que hay nepotismo (parientes cercanos) en el ayuntamiento amarillo de Guadalupe, fue desmentida por el propio presidente municipal Rafael Flores Mendoza. Si el alcalde prueba con toda contundencia sus dichos le dará más autoridad moral para seguir creciendo, sino es así, el edil mejor evaluado en una reciente encuesta podría perder credibilidad

No hay que perder de vista, que si no regresa al PRI, a Flores Mendoza se le ve desde ahora como uno de los probables candidatos que pudiera tener el PRD a la gubernatura en 2016. Aún es prematuro, pero es lo que se comenta entre los que saben de estas cosas.

Es mi opinión.
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