Un programa para México

El pasado 18 de julio Humberto Moreira presentó el “Programa para México”; un documento base que es, a su vez, una convocatoria para conformar la plataforma programática del PRI de cara a las elecciones presidenciales del 2012.

Creo que, por sí misma, la iniciativa vale. Que nuestra insípida democracia transite, a propuesta de uno de sus actores hegemónicos (en este caso el priísmo), a un esquema deliberativo y dialogante, es ya un triunfo mayúsculo.

Y es más significativo que esta convocatoria se lance dos semanas después del aplastante triunfo del PRI en el Estado de México, y justo en el momento en el que una corriente de priístas (no despreciable en cuanto a los espacios de poder que ocupa) pedía que se le levantara la mano al gobernador del Estado de México para llevarlo como pre-candidato único a la Presidencia de la República.

A mi juicio, es un gran acierto que Humberto Moreira haya decidido interrumpir, con el “Programa para México”, ese ambiente de fanfarrias y celebración anticipada que poco a poco se iba apoderando de los dirigentes del PRI.

Y es un gran acierto no solo porque es estratégicamente correcto, ya que las campañas que nacen de la idea de la inevitabilidad y el “carro completo” suelen conducir al desastre.

El mayor acierto tiene que ver con la situación nacional, con la falta de rumbo de un país que sigue naufragando en medio de las indefiniciones.

No hemos decidido el modelo hacendario que deba prevalecer en México; si apostaremos por gravar el consumo o el ingreso. Si vamos a seguir siendo el país que menos recauda en toda América por concepto de impuestos a la propiedad.

No hemos decidido, tampoco, qué hacer con nuestro presidencialismo. ¿Fortalecemos las capacidades del Presidente, para hacerlo “eficaz” en medio de la pluralidad? ¿O transitamos hacia el sistema semi-parlamentario, en el que las expresiones políticas sean obligadas a construir mayorías de carne y hueso?

Y es que, es complicado darle rumbo a un país en el que quienes se dicen “liberales” avalan monopolios públicos y privados que rompen los esquemas mínimos de competencia, y quienes se dicen “progresistas” no tienen el valor de proponer un gasto público agresivo basado en mejores capacidades recaudatorias del Estado frente a los poderes fácticos.

En ese mar de indefiniciones, realmente resultaría osado y aventurado que nuestra democracia electoral tuviera como principal foco de atención el “carisma” de los candidatos.

Por ello, que el partido favorito para ganar la elección presidencial rompa con esa narrativa, debe estimularnos a todos; no solo a los priístas, sino a todos los mexicanos.

Los temas para participar del “Programa para México” son 5, que enumero y comento:

Gobernabilidad Democrática y Estado Social de Derecho. En él se incluyen 3 subtemas: Régimen Político, Federalismo y Seguridad Pública. Además del cambio de enfoque del tema de seguridad pública, en el que el acento se pone en la impunidad, el debate más relevante en este tema es el que ya comentábamos: la disyuntiva entre fortalecer el presidencialismo (una tesis cuyo representante es el gobernador del Estado de México) o se avanzar al sistema semi-parlamentario (como lo propone el líder del Senado).

Economía Competitiva y Promotora del Desarrollo, que tiene como subtemas: Reforma Hacendaria, Reforma Laboral y Política de Competencia. Aquí es muy relevante la propuesta de establecer, dentro de las facultades del Banco de México, promover el crecimiento económico, lo que significaría abandonar la política monetarista que tiene como único objetivo el control inflacionario.

Calidad de Vida y Equidad, que tiene como subtemas: Educación, Sociedad del Conocimiento, Seguridad Social Universal, Desarrollo Urbano y Desarrollo Rural. Aquí, destaca la ausencia en el documento base, del debate sobre el rol que desempeña el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), y destacan también algunas propuestas de izquierda como la posibilidad de instaurar un seguro al desempleo y pensiones universales.

Política Ambiental Sustentable, que se divide en Aprovechamiento Racional de los Recursos Naturales, Uso Racional de los Recursos Naturales y Fuentes Alternativas de Energías. Lo más relevante es que el asunto ambiental se haya considerado, en sí mismo, una de las 5 grandes prioridades programáticas.

Política Exterior, que se divide en solamente dos subtemas: Relación Bilateral con EUA y Relaciones Multilaterales. En este rubro, son 3 ejes los que guían la discusión: migración, seguridad y libre comercio.

El documento base está disponible en la página de internet del PRI y la Fundación Colosio, y es una buena guía para aquellos ciudadanos que estén interesados en redactar ponencias y propuestas. Asimismo, será presentado públicamente el próximo 5 de agosto en el Salón Gobernadores del Comité Directivo Estatal.

Pero mi planteamiento a la dirigencia priísta es que la discusión programática no solo se dé en los espacios y edificios de los que el PRI dispone; y que los trabajos no solamente estén coordinados por militantes distinguidos. Mi propuesta es que vayamos a universidades, que presentemos el documento con organizaciones civiles y que utilicemos todas las herramientas para que sea el poder ciudadano el que haga suyo el “Programa para México”.

Que aprovechemos esta extraordinaria iniciativa para construir la ciudadanía de alta intensidad con la que aspiraremos a transformar México a partir del año próximo. Tratar de simular en los tiempos en que las tecnologías y las redes sociales transparentan todo debate público sería un error capital.

*Diputado local

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