Celebran mañana el Día Mundial del Árbol

El Día Mundial de Árbol, también llamado Día Forestal Mundial, fue, en principio, una recomendación del Congreso Forestal Mundial en Roma (1969), para celebrarse anualmente cada 28 de junio.
Esta recomendación fue aceptada por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en 1971.
Antes, otros países ya habían instaurado esta conmemoración de forma independiente: Primero Suecia, que lo instituyó en 1840. Lo anterior fue una muestra de la toma de conciencia ante la importancia que tienen los recursos forestales, además de un compromiso por el cuidado de los árboles.
Esta celebración suele variar de acuerdo al país o región, debido a que la conmemoración se utiliza para plantar árboles y, dado que la fecha no es siempre propicia para que éstos puedan crecer apropiadamente, se eligen fechas que pueden ser desde marzo en el cambio de estación hacia la primavera, en junio por coincidir con la entrada del verano boreal y el invierno austral o hasta octubre con el comienzo del otoño.
Por tal motivo, se organizan en varios sitios del planeta actividades relacionadas con el conocimiento y difusión de los numerosos beneficios que los árboles proveen para la especie humana y para la conservación del equilibrio ecológico.
En muchos lugares han adoptado la figura del árbol (por lo regular escogiendo una especie autóctona), como símbolo emblemático utilizándolo en banderas, escudos, monedas y hasta en sellos postales, haciendo alusión a la majestuosidad, fortaleza, belleza, abundancia, alimento y salud espiritual que puede representar la forma del árbol.
Los ambientalistas señalan que los árboles son los mejores aliados, pues captan y recargan las fuentes de agua, liberan el oxígeno, capturan el bióxido de carbono, protegen la integridad y fertilidad del suelo, son refugio de la flora y fauna silvestre y, por si fuera poco, proporcionan una gran cantidad de materiales para el vivir diario de la humanidad.
Características
Para que un árbol se considere como tal, la planta debe tener un único tronco (leñoso) o eje principal, de una circunferencia mínima de 30 centímetros, con una altura mínima de tres a seis metros, una copa bien definida, formada por tallos secundarios o ramas. Aunque puede haber excepciones, como las palmas, cactus gigantes (saguaro), helechos arborescentes (maquique), entre otros.
Las partes en que se conforman la mayoría de los árboles son la raíz, quien sujeta al árbol sobre el suelo, absorbiendo el agua y las sales minerales; el tronco (tallo) separa las raíces de las copas; las ramas son tallos secundarios que se originan a partir de las yemas; las hojas son las encargadas de realizar la fotosíntesis; las flores son los órganos sexuales de los árboles y los frutos contienen las semillas de las cuales nacen nuevos árboles.
Existe una gran diversidad en el tamaño de los árboles, en cuanto a la altura y volumen, se observan árboles de cinco metros de altura con un diámetro en su tronco de 15 centímetros aproximadamente, algunos otros pueden medir más de cien metros de altura contando con un tronco mayor a los seis metros de diámetro.
Entre los árboles más voluminosos del mundo se encuentra el árbol de mamut o también conocido como Secuoya gigante (Sequoiadendron giganteum) siendo éste el más voluminoso de la tierra, con un crecimiento medio de 50 a 85 metros de altura y su tronco puede medir cinco a siete metros de diámetro.
Se tiene referencia de la existencia de árboles de esta especie que han alcanzado hasta los 115 m de altura y más de 20 m de diámetro, en esta especie se encuentra el árbol más antiguo, con una edad de tres mil 200 años.
Otro de los árboles de gran tamaño es el Eucalipto (Eucalyptus sp.) originario de Australia, con una altura media de 70 metros y con 2.5 metros de diámetro pueden alcanzar 150 años de antigüedad, el mayor ejemplar se cita en España con 80 metros de altura y más de seis metros de circunferencia en la base del tronco, estas dimensiones las alcanzan árboles de avanzada edad, aislados o en alineaciones. Se conocen alrededor de 700 especies distribuidas en el mundo.
Llama la atención la existencia de otro árbol de la familia Taxodiaceae, conocido como árbol de tule (Taxodium mucronatum) que tiene un diámetro de 14 m, por lo que es considerado el más grueso de la tierra, alcanza una altura de 41 metros y un peso de 636 toneladas, su copa es mucho más ancha que la Sequoia; se cree que podría tener unos dos mil años de antigüedad. Es considerado el árbol nacional de México.
Existen aproximadamente de 60 mil a 70 mil especies de árboles en el mundo, por lo que se pueden clasificar bajo diversos criterios, hay dos criterios principales a considerar: el primero es por la duración de las hojas, con lo que se distinguen árboles que mantienen sus hojas durante todo el año (perennifolios o de hoja perenne) y aquellos que no (caducifolios o de hoja caduca), y segundo, si poseen o no fruto, clasificación que divide a los árboles con frutos y árboles sin frutos.
Hay algunas ciencias que se encargan del estudio de los árboles según su extensión. La silvicultura (del latín silva=selva y cultura=cultivo), por ejemplo, que aparece a finales del siglo XIX (Francia y Alemania), se encarga del cultivo de los bosques, en cuanto a su establecimiento, crecimiento, composición, regeneración y salud.
La arboricultura se encarga del estudio de árboles y arbustos en las zonas urbanas. La pomología (del latín pomum=fruto y logía=estudio) comprende el conocimiento y técnicas para conseguir la mejor producción de los árboles frutales. La jardinería estudia el cultivo de los árboles desde un punto de vista ornamental o productivo.
Árboles para el mundo
A lo largo de la historia, los árboles han sido necesarios para obtener combustible, fabricar herramientas, construir viviendas y aprovechar sus frutos como alimento.
La tecnología moderna ha añadido la fabricación de papel, fibras, productos químicos y otras aplicaciones para el empleo de la madera y puede anticiparse que en el futuro se utilizará para otros fines. Por la diversidad de sus aplicaciones, la madera ha sido llamada la «materia prima universal». Para el año 2010, el área total de bosque en el mundo era de algo más de cuatro mil millones de hectáreas, que corresponde a un promedio de 0,6 hectáreas per cápita.
Sin embargo, los bosques del mundo se enfrentan a presiones intensas y las sociedades están en una carrera contra el tiempo para encontrar la forma de conservación y el uso de los bosques en beneficio de las generaciones presentes y futuras.
Las principales conclusiones de la “Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales 2010” muestran que mientras que la deforestación se ha frenado un poco en los últimos años en comparación con la década de 1990, sigue siendo alta.
La continua deforestación se traduce en emisiones de carbono, la escasez de agua, del suministro de alimentos, y en una pérdida sin precedentes de la diversidad biológica.
Los árboles constituyen una reserva natural para los diferentes ecosistemas que los pueblan y para los millones de personas en el mundo que viven de sus recursos. Sin embargo, la acción humana está provocando una destrucción de los bosques y selvas sin precedentes en la historia del planeta.
Tendencias
La superficie mundial de bosques primarios corresponde a un 36%, la reducción del área de estos bosques es de un 0.4% anual en la última década, esto se debe en gran parte a la reclasificación de este tipo de bosque a “otros bosques regenerados naturalmente”, por la tala selectiva y otras intervenciones humanas, considerando también el aumento en la extensión de los bosques afectados por las sequías y plagas de insectos.
Pese a lo anterior, también hay algunas tendencias positivas a nivel global, en los últimos cinco a diez años algunos países han conseguido reducir la tasa de pérdida de bosque.
Los bosques destinados para la conservación de la diversidad biológica han aumentado en los últimos 20 años; actualmente registran más de 460 millones de hectáreas, que corresponden al 12% del área mundial boscosa.
Los parques nacionales, las reservas de caza, las áreas naturales silvestres y otras áreas protegidas establecidas por ley comprenden cerca del 13% de los bosques del mundo.
Aproximadamente 949 millones de hectáreas de bosque mundial (24%) están designadas para usos múltiples, en la mayoría de los casos estos usos comprenden la producción de productos forestales maderables y no maderables.
Alrededor de 330 millones de hectáreas de bosques (8%) tienen como función principal la protección del suelo y el agua, protección contra las avalanchas, estabilización de dunas, lucha contra la desertificación o protección de las zonas costeras.
Los bosques plantados son utilizados para distintos fines, los cuales pueden abastecer a una parte cada vez mayor de la demanda de suministro de madera y constituyen aproximadamente un siete% del área total de bosque, equivalente a 264 millones de hectáreas.
Gestión
El cambio climático –según los expertos– se define como todo cambio en el clima a través del tiempo, resultante de la variabilidad natural o de las actividades humanas. Estos cambios pueden presentarse tanto en la intensidad y distribución de las lluvias a lo largo del año como en la temperatura, tanto en tierra firme como en el mar, entre otros.
Cientos de millones de habitantes de las zonas rurales dependen de los bosques y los árboles para sus medios de subsistencia y su seguridad alimentaria familiar, y esperan beneficiarse de regímenes y procedimientos de gestión de los bosques desde una perspectiva de sustentabilidad.
Asimismo, los bosques implican un gran potencial para la retención de carbono y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. La deforestación y la degradación de los bosques supone casi el 20% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, más que la totalidad del sector de los transportes y por detrás únicamente del sector energético. La mayoría de estas emisiones tienen lugar en los países en desarrollo.
El Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático aborda este problema mediante una iniciativa que se conoce como «Reducción de emisiones por deforestación y degradación de los bosques mas (+) la función de conservación, ordenación de los bosques y mejora de las existencias forestales en los países en desarrollo”, o REDD+ (por sus siglas en inglés).
La idea es que, mediante REDD+, a los países en desarrollo se les ofrecen incentivos para reducir las emisiones de la deforestación e incrementar la retención de carbono a través de la plantación de nuevos bosques, su conservación, la gestión sustentable y la mejora de las existencias forestales de carbono.
Los flujos financieros norte-sur para la reducción de los gases de efecto invernadero de REDD+ podrían alcanzar hasta 30 mil millones de dólares al año, ofreciendo un impulso considerable para el desarrollo rural.
México y el árbol
Los bosques contienen algunos de los ecosistemas más vibrantes de nuestro planeta. Ellos son el hogar de una variedad maravillosa de aves, animales, insectos y plantas y son vitales para la salud y el bienestar de las personas, en particular los que viven en o alrededor de los bosques. Los bosques proporcionan combustible, materiales para la construcción, medicinas naturales y alimentos. También juegan un papel crítico en la regulación de los flujos del agua y del clima.
México registró en 2009 un total de 110’559,240 árboles plantados en vivero, reforestando una superficie de 135 mil 974 hectáreas –el cinco% del bosque plantado en el mundo, sobresaliendo Chiapas, Guerrero, Jalisco y Nayarit, que en conjunto aportaron un poco más de la tercera parte del total nacional (35.8%), con la finalidad de compensar la alta magnitud que ha alcanzado la pérdida de estas zonas arboladas en los últimos años, provocado por diversos factores, tales como los incendios, la tala ilegal,cambios de uso de suelo, plagas y enfermedades, entre otras .
Función de árboles
Los árboles desempeñan un papel fundamental para la vida debido a las múltiples funciones que desarrollan y los servicios ambientales que realizan, entre ellas:
Impiden que el suelo se erosione y sea arrastrado hacia otros lugares. Las raíces retienen el suelo; las ramas, hojas y tronco amortiguan impacto del viento y de las gotas de lluvia.
Conservan la biodiversidad y el hábitat. Forman parte del hábitat de numerosas especies de flora y fauna silvestre, algunas en peligro de extinción.
Proporcionan oxígeno. Las plantas realizan un proceso llamado fotosíntesis para liberar oxígeno.
Favorecen la infiltración del agua. Las hojas, las ramas y el tronco de los árboles permiten que el agua de lluvia escurra hasta la base del árbol y sea conducida a capas más profundas del suelo.
Suministran productos maderables y no maderables. De los árboles se obtienen combustibles como leña y carbón; madera para múltiples usos; celulosa para fabricar papel, y productos no maderables como resinas y flores.
Proporcionan alimentos. Un importante número de seres vivos se alimenta de los frutos, hojas y raíces de los árboles.
Retienen contaminantes. Por sus raíces, tronco y hojas, los árboles retienen algunos de los contaminantes del ambiente.
Aminoran el calentamiento del planeta. Cuando se incrementa el bióxido de carbono en la atmósfera, la temperatura de la tierra aumenta. Los árboles atrapan el bióxido de carbono.
Producción maderable
De acuerdo a los datos del Censo Económico 2009 realizados por el INEGI, se reconocieron un total de 26 mil 398 unidades económicas las cuales se dedican a la industria de la madera y del papel; éstas representan el 6.04% del total de la industria manufacturera nacional; la producción bruta total de estos subsectores es del 3.0% en relación a la producción bruta del país, estas mismas empresas tuvieron un gasto monetario de 109’363,065 (miles de pesos) en el consumo de bienes y servicios para obtener dicha producción y una cantidad de 71’889,635 (miles de pesos) en materias primas e insumos que se integran a la producción.
En México la madera de pino es la más abundante en el mercado y la más comúnmente usada en la construcción. Aunque son muy numerosas las especies de pino que vegetan en el país, la madera que proviene de ellas no se comercializa por especies o grupo de especies con características de resistencia similares.
También en el mercado nacional la madera no se clasifica con base a sus posibles usos estructurales, sino únicamente desde el punto de vista del uso que se le puede dar, en la manufactura de muebles, canceles, etc.12
La madera proviene de dos grandes grupos de árboles:
a) Maderas de angiospermas, latifoliadas, hojosas o de hoja caduca. Ejemplo de este grupo son: caoba, cedro rojo, etc.
b) Maderas de gimnospermas o coníferas. La madera de pino, oyamel, etc. son ejemplos de este grupo.
En el 2010, México produjo seis mil 857 de m3 de madera en rollo, lo que representó un ligero aumento del 1.3% con respecto a 2009; el principal producto que se obtuvo de la madera fue la escuadría con 68.3% de la producción total nacional; le siguen los combustibles con 10.1%, la celulosa 9.7%, la chapa y triplay 6.3%, los postes, pilotes y morillos 3.6% y por último los durmientes, con el 1.7% restante.
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