Todo sobre los murciélagos, en Viernes en la Ciencia
“Caras vemos, vuelos no sabemos” es el título de la conferencia de este Viernes en la Ciencia, impartida en el patio central de Rectoría por la Bióloga Osiris Gaona Pineda, docente-investigadora de la UNAM, como parte de su trabajo de investigación “Qué sabes de los murciélagos”.
Al darle la bienvenida, el doctor Jesús Cortes Hermosillo, Director de la Unidad Académica de Ciencias Biológicas, hablo de la trayectoria de su invitada: Es fundadora de Bioconciencia. Realizó su Maestría en Restauración Ecológica y es técnica académica en el Laboratorio de Ecología y Conservación de Vertebrados Terrestres del Instituto de Ecología de la UNAM.
Gaona Pineda ha colaborado en el Laboratorio de Ecología y Manejo de Vertebrados Terrestres por 13 años. Su experiencia se centra en la investigación de murciélagos, además de su participación en numerosos eventos de Conservación de la Biodiversidad. Ha sido profesor ayudante en los Talleres de Diversidad, Conservación y Aprovechamiento de la Vida Silvestre para la Facultad de Ciencias. Fue coordinadora para México de la Red de Educadores y Profesionales de la Conservación, que es una alianza del Instituto de Ecología con el Museo de Historia Natural de Nueva York.
Invitada por la Unidad Académica de Ciencias Biológicas y el Museo de Ciencias de la UAZ, en coordinación con la Academia de Ciencias, Gaona Pineda inició preguntando a los asistentes, en su mayoría jóvenes estudiantes, sobre qué saben de los murciélagos. Expuso cómo y dónde viven, de qué se alimentan, qué enfermedades pueden transmitir y cuántas especies existen.
Al hablar sobre cómo se inicia en el estudio de estos mamíferos, dijo: “Tengo un lío con mi nacimiento, mis papás me dijeron que nací en la Ciudad de México, aunque mi acta de nacimiento dice que soy de un pequeño pueblo llamado Santa Teresa de Jesús, Guerrero”.
Cuando pasaba mis veranos y todas las vacaciones en ese pueblo dónde no nací –continuó–, me llamaban la atención los alacranes, ver el nacimiento de los becerros y meterme a la troje a buscar los huevos. Cuando la abuela ponía los huevos en agua para saber si estaban «güeros», le preguntaba qué era eso y me decía, que los huevos que flotaban eran los que tenían un pollo en desarrollo (o sea no se podían comer).
Después de lo que –dijo– fue un dilema acerca de qué estudiar, si Medicina, Odontología ó Biología, decidió estudiar esta última. “Realicé mis estudios en la Facultad de Ciencias, en la UNAM. En 1993 conocí al doctor A Rodrigo Medellín Legorreta, me aceptó como la cuarta de sus alumnas y me titulé con la tesis: «Hábitos alimenticios y dispersión de semillas de murciélagos frugívoros en la Selva Lacandona».
En esa época –concluyó la especialista– no teníamos un laboratorio propiamente y no le quedo más remedio que contratarme para que le ayudará a varias gestiones del Laboratorio. “Con mucho orgullo puedo decir que soy fundadora del Laboratorio de Ecología y Conservación de Vertebrados Terrestres”.
