Las Piezas del Ajedrez: La catátrofe priista
EFRAÍN ESPARZA MONTALVO
Tal vez sin éxito pero esperanzado en que las cosas cambien en este país en un día no muy lejano y expulsemos para siempre a la podrida clase política encarnada por el PRI, el PAN, y el PRD, además de sus satélites, recientemente he posteado en mis redes sociales algunos mensajes a propósito del desastre que ha significado para el país el terremoto ocurrido la semana anterior, y las consecuencias que en breve dejará para los mexicanos no obstante las incomparables muestras de solidaridad y de afecto que se han expresado.
En dichos escritos –muy breves por cierto–, he conminado a mis lectores a que reflexionen por cuanto al castigo que ha impuesto sobre nosotros la naturaleza durante los últimos 50 años, y sobre el número de víctimas mortales y de daños materiales acaecidos por distintos fenómenos, desde huracanes e inundaciones, hasta erupciones volcánicas y terremotos. Dichos resultados, según un rápido repaso por diversas fuentes de internet, de 1967, a la fecha, sumando todos los desastres naturales el número de muertes no supera las 20 mil, y los daños materiales, aunque parezcan brutales por lo aparatoso de las escenas que nos recrea la televisión, no lo son tanto pues el menoscabo es infinitamente menor a la tragedia que significan el PRI y el PAN, juntos, que ostentan el escalofriante récord de 140 mil muertos y 30 mil desaparecidos, además del lastre de corrupción e impunidad que decretaron como sello distintivo de sus gobiernos, en tan sólo diez años.
¡Sí, en apenas diez años, el PRI y el PAN han acumulado seis veces más muertos que los ocurridos como consecuencia de los desastres naturales de los últimos 50 años!
Es cierto que una cosa y otra no guardan relación entre sí y que los fenómenos naturales, aunque predecibles en algunos casos, son tan devastadores como la fuerza que los impulsa, en ambos casos significan una tragedia de proporciones inconmensurables que los mexicanos no merecemos, y que en el caso de los partidos políticos pudimos evitar.
Pero no; nos gusta la mala vida.
Porque haciendo un simple ejercicio de analogía pudimos impedir la llegada del PAN al poder, y la resurrección del PRI en el 2012.
La vergüenza que significa el día de hoy contar con el cementerio más grande del mundo –legal y clandestino a lo largo del país–, y la corrupción que impide avanzar en temas tan elementales como la seguridad interna y la reconstrucción del tejido social, me hacen pensar que la tragedia que representa el PRI es inmensamente mayor a cualquier otra, aunque no lo parezca.
Los mexicanos tenemos el don de gentes y la peculiar característica de la solidaridad, y lo hemos demostrado en innumerables ocasiones, no obstante, hemos perdido desde hace mucho tiempo el principio elemental de la dignidad para alcanzar la felicidad plena y mantener el respeto de los otros, convirtiéndonos así en el único pueblo del mundo a cuyos gobernantes permitimos que nos empinen una y otra vez (cada seis y tres años), a pesar de la tragedia que ello significa.
Por eso sostengo que ni los terremotos de 1985 y 2017 (que son los más significativos), ni los huracanes ni las inundaciones de los últimos años, son tan malévolos como el hecho de que nos gobierne el PRI; éste sí sabe cómo generar catástrofes.
De salida 1.- Fracaso. Por más que se empeñen en decir lo contrario, la reciente edición de la Feria Nacional de Zacatecas, resultó un fracaso y un golpe severo para la economía de los comerciantes que allí se instalaron. Poca afluencia de visitantes; malísimos espectáculos; pobres entradas, y lo más triste: un panorama desolador para las siguientes ediciones, ateniéndonos al principio aquél de que “lo que mal empieza, mal acaba”. Pero es el gobierno “diferente” de Alejandro Tello Cristerna, y qué le vamos a hacer.
De salida 2.- Recomendación. Si usted decide apoyar con víveres o dinero en efectivo a los hermanos en desgracia por el terremoto de la semana anterior, lo mejor es que lo haga vía la Cruz Roja, o la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena); se lo digo por experiencia.
De salida 3.- Lucrar. El gobierno “diferente” del contador Alejandro Tello está lucrando con la desgracia. Decenas de despensas enviadas a las zonas en emergencia fueron etiquetadas con las siglas “Zacatecas Diferente”, en colores verde, blanco y rojo, lo que constituye un delito electoral que debe ser castigado. Pero que de eso se encargue la autoridad; nosotros, los ciudadanos, debemos encargarnos de impedir que éstos mercaderes de la política sigan lucrando con el dolor ajeno y con la buena voluntad del pueblo de Zacatecas. ¡Denunciemos!
De salida 3.- ¿Cambios? Se nos hace tarde a los zacatecanos para conocer los cambios que el gobernador Alejandro Tello realizará en su equipo de trabajo en los próximos días, en aras de que las cosas cambien para bien en todos los órdenes. Es increíble, pero ni siquiera para organizar ferias dignas y de calidad son capaces, mucho menos lo son entonces para garantizar lo mínimo indispensable al bien común.
Hasta la próxima.
El autor es analista.