Tenemos que trabajar si se puede hasta el domingo

MARIA DEL SOCORRO CASTAÑEDA DÍAZ

A poco tiempo de conmemorar el Día del Trabajo, inicio esta colaboración aclarando, ante todo, que en este mundo todos tenemos derecho a pensar como mejor nos parezca y a actuar como creamos que nos conviene. La capacidad de elegir y tomar decisiones es, al menos en teoría, inherente al ser humano. Hombres y mujeres deberíamos estar en condiciones de escoger las condiciones en que queremos vivir y priorizar lo que para nosotros sea importante, sin presiones de ningún tipo.

Pero resulta que, en la cruel realidad, y particularmente en un mundo en que ser productivo es prácticamente obligatorio, las personas tenemos que responder a determinados esquemas de comportamiento, sobre todo si tenemos un patrón al que vendemos nuestra fuerza de trabajo. En una palabra, lo que condiciona realmente nuestra voluntad, a menos que pertenezcamos al selecto grupo de los millonarios del planeta, es lo que en nuestros lugares de trabajo nos exigen y que debemos cumplir sí o sí, so pena de perder nuestra fuente de ingresos, lo que obviamente trae consecuencias devastadoras para nosotros y nuestras familias.

El problema inicia cuando en los diferentes centros de trabajo los patrones se olvidan de que quienes están inmersos en el proceso de producción de bienes y servicios son personas que, además de dedicarse a cumplir con determinadas tareas por las cuales reciben una remuneración, tienen familia y no sólo eso, sino que además son seres humanos con necesidades personales que van de lo emocional a lo cultural, pasando por lo recreativo y lo espiritual. En pocas palabras: muchos jefes se olvidan de que laborando a su lado (no necesariamente bajo sus órdenes) hay gente que piensa en algo más que en el trabajo como única fuente de satisfacciones.

En realidad, a muchos de nosotros tal vez en algún momento de la vida nos ha tocado ser jefes y en otro ser empleados. Evidentemente los roles cambian, las necesidades se priorizan de distinta manera, y aunque cuando estamos un peldaño arriba nos creemos los dueños del universo, obedecemos siempre a los intereses de alguien más, que a su vez tiene la responsabilidad de reportar a otro. Total: no somos jefes supremos, a menos que seamos el presidente de la República, porque ahí sí, no hay nada ni nadie que pueda oponerse a nuestros dichos y hechos, pues por lo que hemos visto últimamente, lo que hoy sucede en México no es sino la repetición en otro estilo del viejo “son las horas que usted diga, señor presidente”, si no, basta ver que con un memorándum se dan las órdenes que se obedecen porque sí, porque lo dice el mandamás.

Y resulta que, justamente hablando de trabajo, el señor presidente Andrés Manuel López Obrador ahora quiere que los miles de empleados del gobierno federal laboren también los sábados, porque resulta que los diputados de Morena promueven una ley que ya está en análisis para su aprobación, y que ya desde el título es toda una novela: “Ley de Austeridad Republicana”.

Aunque en realidad en términos generales la propuesta podría hasta ser loable, porque termina con muchos privilegios de la burocracia que sinceramente eran excesivos, también le da un golpe muy duro a la vida de las personas que trabajan en el gobierno federal, porque pretende que los sábados sean también considerados días laborales, lo que termina con la posibilidad de que los servidores públicos tengan un descanso no sé si merecido, pero al menos decente y humano.

Por si fuera poco, de acuerdo con el razonamiento del señor de Macuspana, no nada más los sábados deberían trabajar los empleados federales, porque según él “[…] ya lo había dicho de otra forma José María Morelos y Pavón, que el funcionario tenía que ser siervo de la nación. Y sí, tenemos que trabajar si se puede hasta el domingo, todos los días”[1].

La semana inglesa de 40 horas, que se considera una conquista laboral, por supuesto que no pasa por la mente del Peje, que además, poniéndose en el papel del patriota que hace todo y más por el servicio a la nación, se atreve a negar a los trabajadores del gobierno a su cargo derechos que deberían considerarse sagrados, y sobre todo, no da un gran ejemplo porque insinúa que por puro amor al arte la gente que colabora en su administración debe sacrificar el tiempo de su vida privada.

Ese “tenemos que trabajar si se puede hasta el domingo” no solamente suena mal, sino que parece una contradicción a la misma ley. “Para fijar la jornada de trabajo se observará lo dispuesto en el artículo 5o., fracción III de la ley, que se refiere a que la jornada de trabajo que se presuma inhumana por ser notoriamente excesiva, deberá ser puesta a consideración de la Junta de Conciliación y Arbitraje”[2]. En el papel, los trabajadores de la federación estarían en todo el derecho de protestar, porque, además, lo “notoriamente excesivo” es exigir a la gente que se presente a laborar incluso en domingo, por supuesto, por la misma paga.

Honestamente me parece un exceso, y, sobre todo, considero que es una verdadera falta de respeto. El tiempo es el tesoro más importante que tenemos los seres humanos. Está demás decir por qué, pero lo que no es intrascendente es recordar que por mucho que el compromiso con el servicio público sea importante, cada persona trabaja para cubrir sus necesidades materiales, pero no tiene la obligación de dejar la vida entera en una oficina gubernamental.

Hace tiempo tuve la experiencia (creo que verdaderamente terrible) de encontrar a una persona que considera que las personas estamos obligadas a entregarle al trabajo alma, vida y corazón. Desde su punto de vista, quienes dedican el tiempo a la recreación y se niegan a realizar actividades fuera del horario de trabajo, no son dignas del salario que reciben y por supuesto, tendrían que ser castigadas por su falta de compromiso con la sociedad y con las instituciones o las empresas que las contratan.

Muy respetable la idea de esa persona, que además condena las vacaciones y los días de descanso, desprecia los permisos por incapacidad, piensa que el aguinaldo es un exceso y por supuesto, no cree conveniente que los trabajadores atiendan su vida personal. Sin embargo, justo por su intransigencia no alcanzó el éxito esperado cuando tuvo la posibilidad de estar al frente de un equipo de trabajo, que al final no soportó las excesivas pretensiones de alguien que no pudo comprender que, además de las necesarias actividades en el trabajo, los empleados tienen una vida personal a la que no deberían renunciar por puro amor a sus actividades profesionales. Para este tipo de personajes, sin duda, lo que dice el Peje no es sino lo justo. Pero para la mayor parte de las personas involucradas, seguramente regalarle sus domingos a la nación no es una buena idea.

Ya que al Peje le gusta tanto la historia, le podríamos dar una sopa de su propio chocolate diciéndole que, en 1906, en el Manifiesto del Partido Liberal Mexicano, Ricardo Flores Magón hablaba claramente de “establecer un máximo de ocho horas de trabajo y un salario mínimo”[3], propuesta que dudo seriamente que tenga que ver con trabajar sábado y domingo por, literalmente, puro amor a la patria.

Debo decir que lo que más molesta es que la decisión respecto a las jornadas laborales de los burócratas venga precisamente de los Diputados. ¡Por Dios! Para no ir más lejos, Diputados y Senadores se acaban de ir once días de vacaciones por Semana Santa, autorizándose el descanso recíprocamente[4]. Mucho amor a México, pero primero sus vacaciones, nada de trabajar en domingo como verdaderos siervos de la nación, eso hay que dejarlo a los de niveles más bajos de la burocracia, porque todavía hay niveles.

Nuestros queridos miembros del Honorable Congreso de la Unión estarán en periodo ordinario hasta este martes 30 de abril, y luego tendrán un muy largo receso que abarcará mayo, junio, julio y la mayor parte de agosto. Los señores volverán a trabajar pocos días antes de septiembre[5]. Y aunque siempre juran por todos los santos que están en sus oficinas, sabemos perfectamente que no es así, y que ser diputado es uno de esos privilegios que muchos quisiéramos justamente por los sueldos de ensueño y las muchas posibilidades de no hacer nada más que levantar el dedo y dormir plácidamente en la curul. Sin generalizar, porque hay legisladores muy dignos y trabajadores, pocos, pero los hay.

No hay que pasar por alto que la gran mayoría de los millones de mexicanos gozan, si bien les va, de 15 días de vacaciones al año, y algunos tienen solamente seis, que son los establecidos en la Ley Federal del Trabajo[6].

Total, para no hacer el cuento largo, es probable que, como se anunció este domingo, se haga caso al predictamen que elimina de la iniciativa la propuesta del trabajo sabatino de los burócratas[7]. Tal vez sería lo coherente, sobre todo porque no es muy recomendable forzar demasiado a los trabajadores pensando que así darán óptimos resultados. Ninguna manía, ni siquiera la del trabajo trae nada bueno, y esperemos que el presidente lo entienda, aunque claro, entre sus obsesiones está la Ley de Austeridad Republicana, que, aprobada o no, se llevará a la práctica (no sabemos si con la ampliación de la jornada de trabajo) con un memo del mandatario, quien ya amenazó: “Estoy esperando que se apruebe la Ley de Austeridad y si pasa el tiempo y no se aprueba, como depende de nosotros, memorándum, memorándum interno para que nadie vaya a pensar que no es lo mismo, no, el cambio va, no es fácil pero va, ya nadie va a hacer negocios al amparo del poder”[8]. Pues sí, señoras y señores, sigamos adelante con esta increíble (porque en verdad, no se puede creer) Cuarta Transformación.

[1] Disponible en https://www.forbes.com.mx/funcionarios-tienen-que-trabajar-si-se-puede-hasta-el-domingo-amlo/

[2] Disponible en http://lum2010dertrabad.blogspot.com/2009/09/jornada-laboral.html

[3] Disponible en https://archivos.juridicas.unam.mx/www/bjv/libros/5/2106/30.pdf

[4] Disponible en https://www.debate.com.mx/politica/Se-autorizan-vacaciones-diputados-y-senadores-20190409-0073.html

[5] Disponible https://mvsnoticias.com/noticias/nacionales/diputados-avalan-calendario-de-sesiones-y-largas-vacaciones-de-semana-santa/

[6] Disponible https://www.eluniversal.com.mx/mundo/mexico-el-pais-con-menos-dias-de-vacaciones-de-america-latina?fbclid=IwAR2V0hOYo2pWtFoG08rl402crUvC1o0m-1aW5vnUqsCKxkGhojSn7rIL2oM

[7] Disponible en https://vanguardia.com.mx/articulo/en-predictamen-dan-reversa-al-trabajo-sabatino-de-burocratas

[8] Disponible en https://diario.mx/nacional/amaga-amlo-con-otro-memorandum-de-no-aprobarse-ley-de-austeridad-20190425-1507106/

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