Criminalizar la lucha social no ayuda a terminar con la pobreza

OSVALDO ÁVILA TISCAREÑO

A estas alturas afirmar que los antorchistas estamos ante una campaña emprendida desde altas esferas del poder con el objetivo de denostar y crear animadversión sobre nuestra labor, no constituye de ninguna manera un despropósito o una exageración. Según el diccionario, criminalizar significa atribuir carácter criminal a alguien.  Y eso es lo que estamos enfrentando, pues a fuerza de repetir una y otra vez mentiras o verdades a medias, se pretende presentarnos como viles delincuentes de quienes hay que huir dada la peligrosidad y perversidad que nos atribuyen.

A efecto de aportar elementos de análisis y reflexión a mis compañeros antorchistas, pues debatir y argumentar a los modernos torquemadas resulta inútil y desgastante, porque lo único que saben hacer es repetir una y otra vez el estribillo que les han enseñado y lanzar insultos hasta el cansancio; es que traigo a cuenta algunas reflexiones que considero útiles y convenientes. Veamos.

La primera acción estuvo a cargo del Lic. Andrés Manuel López Obrador, quién primero como candidato electo y luego como presidente constitucional quien en cada plaza que se presenta repite  categóricamente que los apoyos sociales en su gobierno se entregaran  de manera personal, “sin intermediarios”, “nada de que soy líder de la Antorcha Mundial y dámelo a mí”, “se acabó pues los apoyos no llegan completos a la gente”,  tales afirmaciones  tienen un doble propósito,  por un lado  se pretende crear desconfianza entre los antorchistas, generarles la duda sobre el posible abuso de sus líderes y aunque precisamos que nunca ha sido nuestra demanda entregar nosotros tales apoyos, la acusación siguió una y otra vez hasta la fecha. Pero el objetivo central era desacreditarnos ante la opinión pública para que llegado el momento en caso de que saliéramos a las calles haciendo justos reclamos la opinión pública estuviera inconforme y vinieran los ataques contra los “vividores que lucran con la pobreza”.

La segunda acción se dio a finales de diciembre cuando se discutía el Presupuesto de Egresos en el Congreso de la Unión. Oportunamente, como lo veníamos haciendo año con año, presentamos una serie de proyectos a las comisiones parlamentarias respectivas a efecto de que fueran integradas en la programación presupuestal de 2019. A pesar de haber sostenido dialogo directo con el Presidente de la Comisión de Presupuesto y de que cada proyecto cumplía con los parámetros técnicos y legales que correspondía, pero  sobre todo que todos ellos eran acciones básicas de servicios elementales u obras de infraestructura educativa o deportiva todos estaban fuera de la propuesta que aprobarían los Diputados. No quedó otra opción que acudir a la protesta pública y la respuesta no se hizo esperar, además de la embestida policial que cercó nuestra protesta tuvimos que soportar una retahíla de calumnias acusándonos de pretender “moches” y acreditando nuestra legítima defensa a intereses partidistas perversos, y de la solución a las demandas nada, ninguno de los fieros atacantes se ocupó de hablar de ellas, solo repetían las mismas calumnias de siempre. La intención era clara se requería darle otra vuelta a la tuerca para acreditar la ilegitimidad de la lucha y la impresentabilidad de los líderes.

El último golpe lo asestó el propio presidente,  quién en su conferencia matutina hizo referencia a las gasolineras de Antorcha Campesina, dando pase a gol para la siguiente acción,  por lo que acto seguido,  el jueves por la noche en horario estelar de Televisa presentaron un reportaje tendencioso y parcial en donde acusa a los líderes antorchistas y particularmente al hombre más honesto, honrado e inteligente que conozco  nuestro líder nacional el Maestro Aquiles Córdova Moran. Ahora se trataba de crear un nuevo delito, pues de más de 13 mil concesionarios gasolineros solo se les ocurre investigar a los “malvados antorchistas”. En un reportaje lleno de contradicciones, sin probar su dicho se afirma que tenemos más de 50 gasolineras, pero solo se citan 7 ejemplos; se sostuvo que están a nombre de familiares de nuestro líder nacional y se citan dos o tres casos solamente; se insinúa el origen ilegitimo de los recursos para adquirirlas pero no se prueba.

Pero ¿Qué de malo tiene crear una estructura financiera para sostener la lucha?, ¿acaso al ser los antorchistas los dueños de algunos negocios los convierte en delincuentes? ¿Quién en su sano juicio, en un país capitalista puede condenar a otros por abrir negocios?

Nada tenemos de que avergonzarnos, nuestra independencia económica es la que nos ha garantizado la independencia política, cada uno de los negocios son fruto del esfuerzo colectivo y sus ganancias sirven para financiar la actividad política que realizamos, pero aquí de lo que se trataba era de sumarle nuevos adjetivos al monstruo  que pretenden construir, pues además de todas las bajezas de las que se nos ha acusado se busca presentarnos como  abusivos que nos hemos enriquecido al amparo de la lucha social.

Lo anterior demuestra que hay una campaña en marcha que a toda costa pretende presentarnos como lo peor, nada se dice sobre la cultura y el deporte que promovemos; sobre las obras de infraestructura educativa, sobre que le hemos cambiado el rostro a pueblos enteros; pero si se repite hasta el cansancio los peores calificativos para presentarnos como auténticos criminales que merecerían la pena de muerte.

La mala intención es clara y vale la pena preguntar, ¿la eliminación de los antorchistas acabará con la pobreza?, ¿los salarios subirán drásticamente al siguiente día de que desaparezcamos?, ¿la riqueza se repartirá justamente? Nada de eso, solo estarán en la orfandad absoluta miles de mexicanos a los que les ha cambiado la vida gracias a la lucha. Nuestros enemigos equivocan el camino porque  son 94 millones de mexicanos los que viven la pobreza y esa es la que se debe terminar.

Los antorchistas no creamos los males de hoy, pero ponemos nuestro modesto esfuerzo educando y organizando al pueblo trabajador, enseñándole las causas de sus males y convocándolos a trabajar unidos. Y en este propósito ni un paso atrás, mantengamos la unidad, defendamos nuestro derecho a existir y por cada injuria recibida redoblemos nuestro esfuerzo y convicción de lucha, acabar con la pobreza requiere de hombres y mujeres de una sola pieza, dispuestos a luchar todos días por una patria mejor.

* Dirigente Antorchista de Zacatecas

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