La “4ª Transformación” y la educación superior

JUAN GÓMEZ

Reunido el 15 de agosto con los rectores de las universidades públicas e instituciones de educación superior en el país, el presidente Andrés Manuel López Obrador, comprometió que no habría un recorte para la educación superior en el Presupuesto de Egresos 2019, sino que se mantendría en los mismos términos que el actual 2018. Hoy, la realidad se construye de una manera distinta.

Aquel día el entonces presidente electo ofreció a los rectores de las universidades del país mantener el mismo nivel presupuestal que en el 2018, lo que no alentó a las comunidades universitarias, pero tampoco las inquietó como en la actualidad.

Al salir de la reunión privada que sostuvo con los miembros de la ANUIES (Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior), el actual presidente en funciones destacó que “hubo un buen entendimiento, tanto con las universidades públicas como con las universidades privadas”.

Pero fue más allá al señalar: “vamos a tener un acuerdo pronto, antes de que yo tome posesión vamos a firmar un acuerdo conjunto para mejorar la educación superior en México”. El acuerdo, no se ha firmado hasta el momento.

Y hoy las universidades públicas tienen más dudas y temores, que certezas y seguridad sobre su viabilidad en la formación de los próximos profesionistas y el desarrollo de pensamiento e investigación para el país.

El primer aviso se recibió el 12 de diciembre, un día especial para los mexicanos católicos. Ese día el coordinador de la bancada panista en el congreso federal, Juan Carlos Romero Hicks, tuiteó en su cuenta personal: “esta noche la Cámara de Diputados ha recibido la propuesta del presidente López Obrador en materia educativa. Sorpresivamente, el texto desaparece la autonomía universitaria, piedra angular de la educación superior mexicana. Gravísimo”.

Es fundamental referirse al párrafo VII del Artículo Tercero constitucional que dice: “Las universidades y demás instituciones de educación superior a las que la ley otorgue autonomía, tendrán la facultad y la responsabilidad de gobernarse a sí mismas; realizarán sus fines de educar, investigar y difundir la cultura de acuerdo con los principios de este artículo”.

En cambio, el texto que compartió el panista y que constituía la propuesta de reforma enviada al legislativo establecía lo siguiente: “VII. La impartición de la educación se realizará con apego a los fines y criterios que establecen en el párrafo I y la fracción II de este artículo para alcanzar el bienestar a la población, así como cumplir los planes y programas a que se refiere V del mismo”.

Ese día el presidente López Obrador y el secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma Barragán, habían firmado la iniciativa con proyecto de decreto para reformar el artículo Tercero y derogar la reforma educativa del gobierno peñista.

Al siguiente día el mandatario negó en su habitual conferencia de prensa matutina que se retirara el precepto de autonomía del texto constitucional en su iniciativa enviada al congreso.

Precisaría lo siguiente ante la prensa expectante en Palacio Nacional: “No, no, no. No hay ninguna intención en ese sentido. Es más, para que no se use de pretexto o de excusa y se quiera combatir nuestra iniciativa, si es necesario, estamos dispuestos a que se agregue lo de la autonomía. O sea, salirle al paso. Porque si no, están esperando que nos equivoquemos o que se cometa cualquier error y hay que enmendarlo pronto, porque si no se va a convertir en tema”.

El otro tema perturbador es el que publican algunos medios de comunicación como el diario Reforma, en el sentido de que las universidades públicas tendrán un recorte de hasta 32.5% en el Presupuesto de Egresos de la federación 2019.

En ese sentido el techo presupuestal en el Programa U006 “Subsidios federales para Organismos Descentralizados” de la SEP, contempla pasar de 58 mil 437 millones de pesos aprobados para el ejercicio 2018 a 39 mil 429 millones de pesos para el 2019 para las universidades públicas y solidarias.

Sin embargo el Secretario de la ANUIE, Jorge Valls, señaló que se espera un aumento del 3.5% real y no un recorte, porque el presidente López Obrador se había comprometido con los rectores a mantener el creciente inflacionario, por lo que se estimaba tener un aumento del 3.5% de aumento a los subsidios ordinarios de las universidades estatales.

Pero no hay certidumbre y menos aún certeza, de que se registre un incremento al subsidio ordinario de las universidades públicas del país, diez de ellas en una seria crisis financiera que les impide en este momento pagar las quincenas de diciembre y el aguinaldo correspondiente.

La pasada administración de Enrique Peña Nieto cerró operaciones financieras y presupuestales en noviembre pasado, y dejó a la de Andrés Manuel López Obrador que resolviera del 1 de diciembre en adelante, la insolvencia financiera de las instituciones públicas de educación superior del país.

La propuesta en educación superior de la “Cuarta Transformación (4T)” es crear 100 universidades en México y disponer de becas para estudiantes en vulnerabilidad económica de nivel preparatoria y universidad de con un valor de $2,400.00.

En su gira de agradecimiento por Zacatecas el presidente López Obrador anunció que se abrirán tres universidades públicas en el estado con sede en los municipios de Pinos, Pánfilo Natera y Mazapil, y que se asegurarán a tres mil jóvenes de nivel superior con becas de 2,400 pesos mensuales y a 65 mil preparatorianos con 800 pesos mensuales.

Mientras tanto la Universidad Autónoma de Zacatecas se manifiesta en insolvencia económica para pagar prestaciones, quincenas y aguinaldos devengados a cerca de 7 mil docentes y trabajadores administrativos.

¿Cuál será en realidad el futuro inmediato presupuestal de la educación superior y de la investigación científica en el país?

Al tiempo.

Twitter: @juangomezac

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