Juventud resiliente: frecuencia de políticas públicas

RODRIGO RODRÍGUEZ OLVERA

Hace apenas unas horas se realizó el acto solemne en donde el titular del ejecutivo finaliza su trabajo de seis años para dar paso a otro que ocupará su lugar precedido del voto popular democrático.

El logro del ahora presidente de la república si bien se debe a los argumentos propios de un cansancio social en temas muy obvios, es respondiente también a ciclos que concluyen y a otros que comienzan, que son muy naturales en el ejercicio público.

Tenemos en la historia reciente de nuestro país el cambio presidencial con que arribó el partido acción nacional a través de Vicente Fox (algunos pudieran expresar que el cambio fue predeterminado por el PRI Zedillista) y que se mantuvo con Felipe Calderón para posteriormente reingresar el partido revolucionario institucional con Enrique Peña, que nos habla de que por muy bien o muy mal que hayan sido la ejecución de políticas públicas, al pueblo democrático le gusta intercalar ideologías y formas de dirigir al país, por muy cíclicas o repetitivas que estas resulten.

Se acaba de vivir en Brasil el intercambio radical en formas políticas del ejecutivo de extrema izquierda al ultraconservadursismo de la derecha con todas las aristas que estas desprenden, pero hay algo que queda y es la permanencia de algunas estrategias, programas o leyes que lejos de desaparecer se fusionan con los ciudadanos y son inmunes al cambio recurrente en el que los seres humanos optamos. No solo en el Brasil reciente, si nos remontamos a los precursores de la democracia moderna los romanos pedían cambios en el gobierno porque detestaban la guerra, pero luego les aburría la paz.

Creo que el señor presidente de México entiende que ninguna persona es inmune a la sociología que indica que los votantes buscan el cambio, aun por excelentes que sean los resultados, la experimentación de la decisión es algo inherente al pensamiento humano y el presidente López busca colocar programas de impacto que precisamente tengan la categoría de infalibles a través del tiempo, sabe que no todo es error en el PRI y en el PAN y no todo es infalible en Morena.

En el anterior entendido, probablemente veamos todo el peso institucional en estrategias que reditúen en acciones a posteriori y que se blinden a través del paso de tiempo y el cambio de ideologías políticas, es el legado inmaterial pero social que se plantea, algo que trascienda y no cambie de tan bueno que sea, conquistar la utopía en algunos ámbitos.

En estos próximos 72 meses debemos de ser críticos, accionarios y visionarios, pero con un afán de propuesta, porque independientemente que los partidos postulen, la institucionalidad debería de prevalecer, hay que recordar que ya una vez en facultades para accionar políticas públicas no hay inicio de Morena o regreso del PRI, colindancias del PRD o reinvención del PAN, hay un presidente y sus siglas deben de ser México.

Nos leemos la próxima si Dios, adiós.

Twitter: @rodrigordzolv

-E-Mail: [email protected]

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