¿Puente derrotó a Miguel Alonso?

GABRIEL CONTRERAS VELÁZQUEZ

Finalmente los verde-ecologistas en Zacatecas se abrieron de capa. El retorno de Cuauhtémoc Calderón a su otrora “hogar” mantiene congruencia con el papel que ha jugado el líder nacional, Carlos Puente Salas, en la estrategia de presión al CEN del PRI para evitar que Miguel Alonso Reyes ingresara como candidato por Zacatecas al Senado de la República.

La anterior ruptura del ex diputado y líder de bancada con el Partido Verde, durante la 61 Legislatura, estimulada, según el empresario restaurantero, por las diferencias que había encontrado con la forma de hacer política del ex gobernador zacatecano, promovieron su “expulsión de facto” del instituto que ahora lo arropa nuevamente.

En conferencia de prensa, el 5 de abril del 2016, Víctor Armas Zagoya, ex delegado del Comité Ejecutivo Nacional del PVEM afirmó entonces que: “todos los partidos políticos tenemos estatutos, y cuando alguien que militaba en un partido político respalda a un candidato de otro partido político, automáticamente deja de militar en este.”

Formalmente, el procedimiento de destitución “temporal” de Cuauhtémoc Calderón dentro del Partido Verde cobró la forma de una licencia por tiempo indefinido; sin embargo, el distanciamiento fue firme, sin dejar de convenir a los intereses del senador Puente, quien para entonces ya acumulaba todo tipo de información que pudiera generar un daño sustancial a la carrera de Miguel Alonso.

Un día antes, el 4 de abril, dentro de un mitin del Movimiento de Regeneración Nacional, Cuauhtémoc Calderón manifestó públicamente su distanciamiento de la corrupción que representaba la figura del ex gobernador y su familia, pese haber sido él promotor y defensor de distintos procesos de contratación de deuda alonsista que en total sumó alrededor de 7 mil 500 millones de pesos.

Por aquél entonces el ex líder de bancada confesó: “Debo decirles que precisamente hace 6 años, ya antes de este desastroso gobierno, lo dije en aquél mentado debate de candidatos a gobierno del estado: Miguel Alonso es un corrupto, vendió a su familia propiedades del municipio sin autorización del cabildo y menos del Congreso del Estado. Lo demostré con documentos y me dijeron que había sido muy duro, muy agresivo con Miguelito.”

La respuesta del Verde, como se dijo más arriba, fue en forma de ruptura, aunque en el papel una licencia le permitía tener un pie dentro de la vida del partido que abandonaba. Carlos Puente ganaba con el distanciamiento de Cuauhtémoc al dejar libre la información que había acumulado en torno a las sospechas de uso de recursos ilícitos, desvío de recursos y enriquecimiento (familiar) ilícito que rodean la figura del ex mandatario. Mientras que en el discurso, Víctor Armas pregonaba la defensa y respeto a Miguel, y el descrédito al traidor Calderón.

Hoy que Cuauhtémoc retoma su vida partidaria en el Verde vale la pena retomar esta semblanza de hechos que ayude a ubicar el juego de los ecologistas. Quienes conocen de los “expedientes” que Puente armó para descarrilar al director de FONATUR, coinciden en que no es el único político al cual el senador ha dedicado tiempo, interés y esfuerzos para investigar y documentar información sensible que comprometa a distintas figuras políticas zacatecanas, entre las cuales se encuentra el mismo Alejandro Tello. Si alguien conoce de vendettas, ese es Carlos Puente.

En realidad, la nota de la conferencia de prensa de este domingo en las instalaciones del Verde Ecologista local no precisamente recae en el retorno de Calderón, sino en la también inesperada reincorporación de Xerardo Ramírez al partido; uno de los cuadros que el senador en su momento, de acuerdo a la versión de quienes operaron la elección 2013 por el PVEM, abandonó para dar paso a la victoria de Miguel Alonso en la capital zacatecana.

Las versiones coinciden con el relato peculiar –como su personalidad- con que Arturo Nahle, entonces Procurador de Justicia del Estado de Zacatecas, narraba en reuniones con cercanos acerca de las sumas millonarias que tuvo que invertir el gobierno para rebasar la ventaja que mantenía Xerardo sobre el PRI a días antes de la elección en la capital.

A la balandronada, Luis Enrique Mercado cooperó con una nota de ocho columnas en el diario Imagen de Zacatecas, titulada “Fabricó Xerardo Ramírez una vida con mentiras”, la cual incentivó una queja de Víctor Armas ante el IEEZ, encabezado entonces por Leticia Soto Acosta, más tarde también procuradora de justicia. La mano de Miguel Alonso no era invisible, todo lo contrario.

Quienes más pierden con el nuevo convenio de coalición PRI-Verde -donde se incrusta Cuauhtémoc- no es Morena, es el PRI tradicional, pues no han visto la suya en las candidaturas al 2018: Meade no es priista, Claudia Anaya no es priista, Enrique Flores no es priista, ni Calderón. Dejar a Fito Bonilla fuera de la jugada significaría la capitulación del priismo conservador. Entonces ¿hasta dónde apoyarían en la elección?

Twitter: @GabrielConV

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