Las Piezas del Ajedrez: El primer corte de caja

EFRAÍN ESPARZA MONTALVO

Fracaso

Así es como podemos definir el primer año de gobierno de Alejandro Tello Cristerna, a un mes de su comparecencia ante el pleno de la LXII Legislatura con motivo del también primer corte de caja: su informe de labores.

Y es que, más preocupado por mejorar su aspecto personal y su estética ahora que hay recursos de sobra para las cirugías, Alejandro Tello se ha olvidado de su obligación primordial en el ejercicio público, la de velar por los intereses de todos los gobernados, sin excepción, entendiendo que para eso fue votado, lo que ha generado una especie de “estado paralelo” –que los analistas llaman poder fáctico–, y cuya administración, a cargo de la delincuencia organizada, tiene el poder absoluto en todos los rincones del territorio estatal.

La grave crisis de inseguridad que permea en todas las instituciones policíacas lo ha carcomido todo, hasta la promesa más creíble del entonces candidato a gobernador de renunciar a su encargo si es que no cumplía, pues ya nadie se acuerda de eso, ni él mismo que ya instalado saboreó las mieles del poder y dejó sus promesas para luego; típica actitud del político zacatecano.

Más aún, su distintiva frase de “gobernar diferente” se ha cumplido a cabalidad, al cien por ciento pues Zacatecas se movió en todos los casilleros que miden los índices de desempeño en el país, aunque tristemente en negativo, pues pasó de estar mal, a peor, y moviéndose en picada sin que nada ni nadie parezca querer evitarlo.

El desastre que ha significado la llegada de Alejandro Tello Cristerna al gobierno de Zacatecas es la más clara manifestación de la improvisación, del aprender haciendo, del echar a perder para que las cosas tomen su rumbo, y de la sordera institucional que escucha solo a conveniencia las alabanzas de unos cuantos para hacer creer que las cosas marchan bien, como nunca antes en la historia, aunque la realidad sea distinta.

Si el gobernador supone que los zacatecanos estamos contentos con su desempeño y que su primer informe de gobierno será el parteaguas del cambio en Zacatecas, entonces sí estamos fritos, perdidos en el abismo y condenados al infierno, pues no hay nada más mezquino que la soberbia a la hora de reconocer los errores, y la falta de voluntad para enmendarlos.

Por ejemplo ¿qué va a informar Tello en materia de generación de empleos? En estos primeros once meses de gobierno si acaso se han abierto unas dos mil nuevas plazas (entre eventuales y permanentes), contra las ocho mil que ofreció para cada uno de sus cinco años de administración. ¿Qué tiene que decir en materia agropecuaria, cuando los subsidios al campo se redujeron en su gobierno hasta en un ochenta por ciento? Y, ¿dónde están los miles de millones de pesos destinados a la infraestructura, si ni una sola obra, por modesta que sea, se observa en Zacatecas?

Y de seguridad mejor ni hablamos.

Lo anterior es sólo un botón de muestra del fracaso que ha firmado el gobernador en todos los rubros de la administración pública estatal, y que todos padecemos pero que él, ensoberbecido al igual que sus allegados, pregona como triunfos.

Y no es mala leche como afirman los lambiscones que lo rodean, es una realidad inocultable que nos tiene al borde del precipicio pero que, desafortunadamente, no podemos cambiar.

Mientras siga la sordera y los cambios sean sólo estéticos –en su persona y en su administración–, nada cambiará en este estado abandonado por Dios y, paradójicamente, por quien contratamos como nuestro defensor ante los problemas cotidianos que padecemos.

A Alejandro Tello le quedan 30 días para reflexionar por cuanto a su discurso con motivo del primer corte de caja, y su actitud durante los siguientes cuatro años; ojalá que entienda que los ciudadanos ya nos cansamos de sus fracasos y sus frasecitas insulsas de que él no es político (pero bien que los imita).

¡Trabajo, señor gobernador, es lo que usted nos ha quedado a deber!

De salida 1.- Agradecimiento. A todas las personas que amablemente se tomaron un tiempo para felicitarme con motivo de mi cumpleaños el pasado 2 de agosto, les agradezco con el corazón que lo hayan hecho; siempre es gratificante saberse querido por muchos. Abrazo para ustedes.

De salida 2.- Problema. Sigue escalando el conflicto en la Universidad Autónoma de Zacatecas por el despido “injustificado” de algunos docentes por parte del rector Antonio Guzmán Fernández. Dicen los que saben que el Waca se equivocó al haber actuado con las vísceras, tanto, que la determinación la echarían abajo los tribunales por carecer de sustento jurídico. No sería el primer revés para el rector que, dicho sea de paso, sigue descuidando su aspecto personal en los actos oficiales; por algo le inventan motes.

De salida 3.- Morismas. Ya se acercan las tradicionales Morismas de Bracho, y por ello las lomas del mismo nombre se miran muy activas todos los domingos con motivo de los ensayos. Ojalá que prive la cordura entre quienes participan y entiendan que se trata de una fiesta familiar que debe transcurrir sin incidentes como los que invariablemente provocan el uso de la pólvora y el desmedido consumo de alcohol. Allá nos vemos.

Hasta la próxima.

El autor es analista.

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