¿Comunicar gobierno o defender a Tello?

GABRIEL CONTRERAS VELÁZQUEZ

En esta particular disyuntiva se encontró hace unos días el coordinador de la Comunicación oficial del Gobierno del Estado, Héctor Alvarado Gómez, cuando, en un arrebato de molestia, dejó atrás toda institucionalidad para abrir un frente político –innecesario- con el ex candidato de Morena a la gubernatura, David Monreal Ávila.

Con no disimulado protagonismo, quien debería de velar porque precisamente las instituciones de gobierno no entren al debate de los partidos -pues para ello tienen un primer frente de contención en el Revolucionario Institucional- dejó a un lado las formalidades y acusó al todavía senador por el Partido del Trabajo, de abrir una línea crítica contra el gobierno. Crítica que supura frustración por la derrota electoral del 2016, según el comunicador.

Pero recapitulemos: David Monreal, a la sombra de sus hermanos Ricardo y Saúl, dejó entre sus seguidores un mal sabor de boca por el laxo desempeño con que pretendía conquistar la gubernatura el año pasado. El episodio más bochornoso y del cual no pudo recuperarse en la opinión pública, vino de la filtración de un audio donde, vía telefónica con el delegado de la Cuauhtémoc, Ricardo Monreal reprende a David por iniciar sus giras de campaña después del medio día y dejar los amarres entre los grupos políticos en manos de Saúl, además de excluir a otros tantos perfiles y sumar adeptos poco confiables como Carlos Salmón -en palabras del mayor de los hermanos.

En la grabación Ricardo desnuda al ex candidato de Morena y lo pinta como un holgazán con mínimo interés en conseguir la victoria. A partir de entonces David conoce el camino cuesta abajo de una aspiración que, como el mismo Ricardo avizoró, soltó “todos los elementos para ganar”. Entre la pasividad y el exceso de confianza, David imaginó que las traiciones de algunos funcionarios a Miguel Alonso eran suficientes para llevarlo a despachar en el Edificio A de Ciudad Administrativa.

Pese a todo ello, Héctor Alvarado permanece seguro de que los “golpes” que propina David Monreal al contador Tello, vía redes sociales, son de relevancia y marcan puntos de referencia para los actores políticos locales. Desestima el hecho de que el nuevo “representante” en Zacatecas de las directrices partidistas de Andrés Manuel López Obrador, es Saúl Monreal, ex coordinador de campaña de David.

Minimiza, además, que en más de dos ocasiones Alejandro Tello ha dejado entrever, durante sus entrevistas en noticieros locales, que hoy quien más causa escozor mediático a Gobierno del Estado sea Soledad Luévano a través de temas como la “Nómina Oficial” o el supuesto endeudamiento para pagar el acueducto de la planeada presa en Milpillas.

Al subirse a un ring político que no le correspondía, el coordinador de toda la comunicación oficial oxigena la figura del petista “frustrado” -que con todo y conferencias semanales simplemente no lograba colocarse en la agenda pública local- y cual candidato intenta un careo con David. Esta lamentable intervención de Héctor Alvarado le permite al senador colarse a la agenda de manera intermitente. No obstante, por los negativos de la derrota y el papel central que fungirá Saúl Monreal en Morena, su alcance sería esporádico.

Ahora bien, el error del coordinador de Comunicación ofrece también algunos indicios de cómo no debe de enfrentar el PRI a Morena en los próximos comicios. Las condiciones son muy similares a las del 2016: López Obrador dará el empuje necesario a sus candidatos, ya que las figuras políticas locales, por sí mismas, no representan un atractivo novedoso para el electorado. Las primeras mediciones arrojarán sus negativos, pero el arrastre de Andrés Manuel compensará, en algunos votantes indecisos, esa inconformidad.

En el extremo opuesto se encuentra el partido en el gobierno, que además de no ser hoy un dique de contención efectiva a las provocaciones de la oposición –elemento que sumó al disgusto del Coordinador- tendrán que realizar una campaña que no sea semejante a la del ex gobernador Miguel Alonso para evitar arrastrar sus negativos, sobre todo en materia de corrupción.

Es ahí donde Héctor equivoca toda la ecuación comunicativa: afirmar que David habla desde la “herida abierta” es asemejar completamente el discurso oficial al ya usado por Miguel Alonso para refutar a Soledad Luévano en las corruptelas mediatizadas. Valga la duda: ¿a flor de piel David o Alvarado?

Las fracciones del PRI identificadas con Tello tendrán que idear un marco narrativo en que optimicen dos elementos: no confrontarse horizontalmente con partidos que no han sido gobierno (Morena), y generar en el público la idea de que el modelo de gobierno de Tello aún no rinde en su totalidad los frutos que ofreció durante su campaña electoral. Consecuentemente deben de dar la cara a la ciudadanía, conscientes de la deuda en materia de seguridad, empleos y combate a la corrupción. La percepción pública no miente.

Twitter: @GabrielConV

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