Productividad legislativa

ISADORA SANTIVÁÑEZ RÍOS

Rezago legislativo, trato desigual a bancadas por intereses políticos, congeladora, estas son sólo algunas de las ideas que permean entre la sociedad sobre el trabajo que al interior del Poder Legislativo se realiza; y haciendo honor a la verdad, no todo es así.

Debemos entender que, en estos momentos, una buena parte de la sociedad espera que la iniciativa para retirar el fuero a representantes populares y funcionarios sea una realidad, como también lo es la revocación de mandato, el plebiscito y el referéndum, promesas de campaña de nuestro gobernador Alejandro Tello Cristerna que nosotros, como diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI), debemos y vamos a honrar.

Y así como estas iniciativas hay muchas más que esperan en Comisiones a ser dictaminadas, por ello, para contrarrestar esta situación, ante el pleno propuse integrar a la Ley Orgánica del Poder Legislativo, el derecho parlamentario de la excitativa, con el objetivo de agilizar la presentación del dictamen sobre algún asunto en específico, a petición de un diputado o grupo parlamentario.

Como legisladora joven y orgullosamente priista, quiero y lucho cada día para que palabras como “parálisis legislativa” queden borradas de la mente de los ciudadanos y estas sean intercambiadas por “productividad legislativa”, y que con ello todos al interior de la LXII Legislatura podamos contribuir a una sana práctica que por fuerza significará mejorar el acto parlamentario del Congreso.

Como representante popular entiendo que muchas de las iniciativas presentadas ante el pleno tienen fines únicamente de rentabilidad mediática, están ligadas a grupos de interés político, o se vinculan a dar continuar a una carrera en el servicio público o parlamentario a la que, seamos sinceros, aspiramos todos con justo derecho.

Pero, como prioridad, los diputados debemos darle salida a las iniciativas que han sido consensuadas, que han tenido un trabajo previo entre los representados, entre especialistas, y que al ser aprobadas coadyuvarán a la gobernabilidad y no alterarán la agenda estatal a la que finalmente nos debemos ajustar. 

Es ahí donde coincido con los especialistas en estudios legislativos que han calificado a la congeladora como uninvento sabio” que da a las iniciativas la importancia que realmente les corresponde.

Y es que debemos entender que no siempre el diputado que con frecuencia sube a Tribuna a presentar exhortos, puntos de acuerdos, llamamientos, o el que más iniciativas presenta, es necesariamente el más productivo. Esta es una falsa percepción, es como decir que el diputado que más despensas o ayudas entrega, a través de las Herramientas Legislativas, es el más popular o trabajador.

Pero también estoy segura de que los ciudadanos no quieren vernos abandonar el salón del Pleno antes de concluir la sesión para romper el quórum de manera deliberada y así retrasar o bloquear el trabajo de aquellos que a lo largo de la semana preparan sus iniciativas y exposiciones en Tribuna. O peor aún, no permanecer en la curul para salir a atender asuntos personales o de índole diferente a nuestra labor como legisladores. Exigen vernos legislando.

Yo puedo decir que en lo que va de este Segundo Periodo Ordinario de Sesiones, de 32 asistencias posibles cuento con 31 de ellas, pero que además no acudo simplemente a dar lectura a un dictamen o permanecer sentada, ya que he presentado al menos una Iniciativa cada semana, sin dejar de lado que la Comisión de Hacienda Municipal, que me honro en presidir, no tiene en su haber rezago.

Además, tengo claro que tanto al momento de presentar una Iniciativa, como al elaborar los dictámenes respectivos en la Comisión que presido, exalto el realizar un examen cualitativo riguroso de la actividad legislativa, en donde se preconice la viabilidad, eficacia, trascendencia, calidad y legitimidad de las iniciativas presentadas para que puedan verdaderamente formar parte del marco jurídico de actuación del gobierno.

Yo pondero, por todo lo expuesto, la figura de la excitativa como una medida para evitar cualquier arbitrariedad, velar por la eficacia al interior del Poder Legislativo, pero, sobre todo, custodiar el interés general por encima de los particulares o de grupo, y que así las iniciativas que sí coadyuvarán al desarrollo de Zacatecas sean dictaminadas antes de los 45 días que la Ley Orgánica marca como plazo.

También creo que es nuestra responsabilidad, como representantes populares, impulsar a los ciudadanos y grupos de interés, a dar seguimiento puntual de los temas que consideren relevantes y, juntos discutirlos.

La democracia la construimos en conjunto, y requerimos que, a través de observatorios ciudadanos, del Gobierno Abierto, y de las mismas organizaciones no gubernamentales, nos hagan saber con propuestas sólidas su sentir, para que, desde el Congreso, enterremos cualquier tipo de parálisis y pugnemos por la productividad legislativa en bien de nuestro estado.

* La autora es diputada en Zacatecas por el III Distrito

Twitter: @Isa_GiSr

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