Todo va bien para los trabajadores, dice Peña ¿será?

SAÚL MONREAL ÁVILA

Triunfalmente, Enrique Peña Nieto anuncio este pasado primero de mayo que: «El sector laboral en México se encuentra en franco avance, con una generación de empleos histórica, crecimiento de las exportaciones y del PIB, confianza de los inversionistas y un incremento en los créditos para los trabajadores», según se difundió en boletín de prensa, por motivo de la celebración del día del trabajo realizada en el salón Adolfo López Mateos de la residencia oficial de Los Pinos, agregando que la confianza de los inversionistas está en aumento, y “todo ello se refleja en una mayor generación de empleo”, preciso sonriente el inquilino de Los Pinos.

Como pocas, esta declaración pone en relieve la dicotomía entre la versión oficial del gobierno priista de Peña Nieto y la realidad que envuelve y golpea a todos en nuestro país. Y no fue todo, siguió Peña revelando sus cifras y estadísticas, manifestando que el salario mínimo ha tenido una recuperación en su poder de compra cercano al 13%, calificándolo como relevante considerando que, en los dos sexenios anteriores juntos, la recuperación del salario mínimo fue de sólo 2.5 por ciento, según su versión.

Sin embargo, la versión del Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la UNAM es diametralmente opuesta. Datos sobre salario mínimo, inflación y precios de productos básicos acumulados por esta institución muestran cómo el poder adquisitivo de los mexicanos se ha reducido 11.1% sólo en lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto (2013-2016). Según el registro de precios en México de finales de 2016 -cuando el salario mínimo era de 73.04 pesos-, la Canasta Alimenticia Recomendable, que incluye alimentos para una familia de hasta dos adultos y dos menores, tenía un costo acumulado de 218.06 pesos por día. Esto quiere decir que un trabajador que gane el mínimo sólo podía comprar un 33% de los alimentos básicos necesarios. Un dato interesante al respecto: En 1917 se instituyó en México la figura del salario mínimo; en ese momento, un mínimo equivalía a un peso de plata diario. Hoy, esa cantidad, equivalente a una onza de plata, representa una cantidad de 450 pesos, que debería de ser el salario diario mínimo (Contra los 80.04 pesos diarios de hoy). De ese tamaño es el rezago salarial en México.

En enero de 2013, cuando Peña Nieto tomó protesta como presidente de México, el salario mínimo era de 64.76 pesos y la Canasta Alimenticia tenía un precio de 171.86 pesos, y aunque en términos nominales hay un aumento de 12.8% en el salario mínimo, como los precios incrementaron hasta el cierre del año pasado 26.9% debido a la inflación, en realidad, alcanza para menos. Sólo en los últimos tres años se ha perdido el 11.11% del poder adquisitivo del salario. ¿Quién tiene la razón? ¿Políticos priistas probadamente corruptos y cínicos? ¿O académicos de reconocida solvencia moral y técnica de la más importante institución educativa y científica del país?

No es todo, A pesar de que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, Artículo 123, establece que toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil, existían en el país 8 millones 735 mil 356 personas desempleadas, No obstante, las cifras oficiales son otras. De acuerdo con el Inegi, 2 millones 746 mil 235 personas se encontraban desocupadas, es decir, 5 millones 989 mil 121 menos que las que reportan los investigadores universitarios. Otra vez esa dicotomía entre las realidades que todos los días presenciamos, y las cifras «Oficiales»

Esto es solo una faceta, pero a tres años de instaurada la reforma laboral por el voraz régimen priista de Peña Nieto, se están aplicando leoninas medidas contra los trabajadores, como los «nuevos periodos de prueba». una más entre las nuevas formas de contratación: período de prueba, capacitación inicial y la modalidad de contratación por temporada. Se dice que con estos modelos aumentará la creación de empleos. El empleado podrá evaluar si la contratación a realizar responde a las necesidades de la empresa y requerimientos del puesto, para en teoría, provocarán una mayor contratación de trabajadores en busca de su primer empleo. El problema es que no hay obligación de indemnizar en caso de que, una vez terminado el periodo de prueba, no satisfaga a juicio del patrón la competencia laboral del trabajador.

También, se destaca el limite a los salarios caídos. La Reforma a la Ley Federal del Trabajo señala en el artículo 48 que, si en el juicio laboral el patrón no comprueba la causa de despido, el trabajador tiene derecho a que se le paguen los salarios vencidos desde la fecha del despido hasta por un periodo máximo de 12 meses, ¿Cómo te impacta? El tope de salarios caídos es a partir del mes 13, en su lugar se pagará un interés capitalizable del 2% mensual sobre la base de 15 meses de salario, que, en la práctica, solo beneficia al patrón que alarga lo que quiere el proceso de demanda laboral, y al final, solo paga una mínima parte.

Practicas ya legales como el Outsourcing; El pago por hora; La discriminación; Los despidos en Fast Track, entre otras cosas, se están volviendo ya una pesada carga que pende como espada de Damocles sobre la clase trabajadora en todos los segmentos de la economía,  aunado a los bajísimos salarios y la caída del poder adquisitivo, que en 35 años, ya alcanza alrededor de un 75% de su capacidad de compra, todo ello, nos permite decir que no hay absolutamente que celebrar este día del trabajo pasado, y que las exultantes palabras del corrupto Peña Nieto, es simple y llanamente, vil mentira, sin un ápice de vergüenza. La reforma laboral es una de las asignaturas de la nueva administración de AMLO cuando llegue a dignificar la silla presidencial, deben reconstruirse todas las conquistas que a sangre y lucha fueron ganadas por los trabajadores desde el fin de la revolución.

Peña Nieto mintió este pasado primero de mayo a la Sociedad Mexicana, miente en los datos que ofrece, miente en los hechos que alegremente presume, contrarios a la realidad nacional y miente en sus propósitos, la siguiente contrarreforma laboral debe reflejar de principio a fin la intención de mejorar el nivel de vida y el ingreso de absolutamente todos los Mexicanos, sin distinción, no solamente a la clase patronal privilegiada, que se regodea con el neo esclavismo que han establecido, citando a Julio Boltvinik, «El alza del precio del pan puede equilibrar la oferta y la demanda del precio del pan, pero no resuelve el hambre de la gente». y añadimos en lo personal: Solo un trabajo digno y bien remunerado puede hacerlo.

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