Los primeros pasos de Tello

JUAN GÓMEZ

Alejandro Tello Cristerna es el gobernador electo de Zacatecas. Es un virtual gobernante con pocos años en la política electoral y en la militancia priista. Sus fortalezas están sembradas en su trayectoria familiar y social, pero no en el ejercicio político o de la administración pública.

Este perfil incipiente es el que habrá de tomarse en cuenta para observar y registrar cada uno de sus actos públicos, y en esencia, son los que están marcando la pauta en el arranque de su trabajo político en el estado.

Estos rasgos de su personalidad y de su participación en la esfera pública se entienden cuando, después de recibir su constancia como gobernador electo en el Instituto Electoral del Estado de Zacatecas (IEEZ) el pasado domingo 12 de junio, se fue de vacaciones con su familia, en lugar de recorrer los municipios y distritos para agradecer el respaldo electoral.

A su regreso del descanso familiar el gobernador electo realizó su primera audiencia pública en el Centro Platero de Guadalupe, Zacatecas, en donde recibió a ciudadanos y sostuvo su primera conferencia de prensa con la prensa local.

El mandatario electo zacatecano tendrá que analizar cuidadosamente cada una de sus acciones y el fondo de cada una de ellas; asesorarse debidamente para no cometer errores o salidas en falso que le reviertan un costo político o bien, evidencien la falta de tacto o sensibilidad en la actuación.

¿Por qué hacer una audiencia pública con escasa participación social, cuando todavía no se tiene la capacidad institucional y administrativa para responder a una demanda ciudadana?

Quienes aconsejaron al gobernador electo, Alejandro Tello Cristerna, encabezar su primera audiencia pública como una demostración del perfil trabajador del virtual gobernante, cometieron un grave error al exhibir la falta de capacidad para resolver las necesidades de un sector de la ciudadanía zacatecana.

La forma es fondo en la política.

Mantener en su equipo de trabajo a colaboradores que no están haciendo bien su trabajo es un grave error que tiene consecuencias. Y si no, habría que recordar la exhibición de la que fue objeto durante el período de campaña electoral, cuando se evidenció la copia que se hizo de otros documentos de académicos y de publicaciones en Internet, para redactar sus colaboraciones personales en un medio de comunicación.

En el equipo ha faltado oficio y conocimiento en el manejo de la información política en los medios de comunicación, para poder posicionar y fortalecer la figura, la personalidad y sobre todo, la visión de quien gobernará a Zacatecas en los próximos cinco años a partir del 12 de septiembre, cuando rinda protesta ante la 62 legislatura y ante el pueblo zacatecano.

No es una tarea sencilla para un político joven, con una meteórica carrera que inició en la Secretaría de Finanzas del gobierno del estado, para llegar al Senado de la República y obtener el triunfo electoral en la gubernatura, en menos de seis años.

Y la tarea se antoja más difícil porque el actual mandatario, Miguel Alonso Reyes, continúa esforzándose en trascender su obra sexenal,  manteniendo un activismo público para inmortalizar su obra, su paso en el gobierno de Zacatecas,  actitudes que opacan la presencia del relevo.

Se aprecia difícil, impensable, que Alejandro Tello adopte en este momento de la transición gubernamental, una postura firme, independiente y sobre todo, resuelta para establecer un nuevo estilo en el ejercicio del poder y del gobierno, pero debe sopesar que si no lo hace, su investidura se verá debilitada por la sombra de su antecesor.

 Para Tello Cristerna la campaña terminó. Ahora deberá asumir las responsabilidades del gobernante que tendrá que resolver, con equilibrios, los compromisos de la campaña, pero también deberá organizar su propio equipo, su grupo con el que llevará las riendas en la conducción del estado.

Esta semana, por ejemplo, se reunió con los diputados priistas que integrarán la 62 legislatura, y aunque ninguno de ellos le debe el arribo al Congreso sino al actual mandatario, tendrá que ser lo suficientemente hábil para orientar sus acciones hacia la política parlamentaria que desee implementar, más allá de los intereses de su antecesor y promotor.

El primer destello propio que tendrá el gobernante electo será cuando nombre a su equipo de entrega-recepción, lo que le permitirá tomar las riendas reales de la administración pública y también, marcará la perspectiva de su equipo de trabajo. Por eso es fundamental que nombre esta figura de transición, pero tal parece que el grupo asesor no ha calibrado su importancia política.

Otro factor en el que deberá intervenir directamente, es en la definición de quien encabezará la dirigencia estatal del Partido Revolucionario Institucional. Esta acción le permitirá consolidar una alianza de facto con la clase priista, con la que tendrá que llegar a acuerdos en la conducción política del estado.

Estos son los primeros pasos del próximo gobernador de Zacatecas, quien tiene el reto de despegarse de quien lo inició en la política, delinear su propio rumbo y hacer su propia historia en el gobierno del estado.

Pero la trascendencia de un gobierno no podrá realizarse sin el equipo adecuado, sin los hombres y mujeres que abonen a la conformación de una administración que tenga el sello del compromiso con el bienestar de los zacatecanos, para lo cual se requiere de colaboradores profesionales, leales, con capacidad y talento, con sensibilidad y conocimiento de las formas de hacer política.

¿Podrá Alejandro Tello Cristerna conformar un equipo propio que le permita trascender en la administración pública, con su sello personal?

Al tiempo.

* Director general de Pórtico Online

@juangomezac

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