El presupuesto de la transición y del cambio de gobierno: ¿Realista y responsable?

* Un paquete económico con antídoto ante los “moches” y la deshonestidad

* La necesaria reingeniería para el ejercicio del gasto público en el 2016

* Los grandes rezagos que en cultura de la evaluación al desempeño tiene Zacatecas

MANUEL IBARRA SANTOS

Se inició la cuenta regresiva para que en Zacatecas se proponga a la Legislatura local la iniciativa de paquete económico 2016, cuyo límite de tiempo, de acuerdo al artículo 82 de la Constitución de nuestro Estado, lo marca el próximo 30 de noviembre. Será éste, incuestionablemente, el presupuesto de la transición, del cambio de gobierno, que como herramienta de la administración pública, deberá ser realista, austero y blindado contra los “moches” y la corrupción.

Ante un escenario económico realmente complejo, requerimos  para el 2016 un presupuesto público responsable, basado en resultados, que ponga el acento en el mejoramiento de los niveles de bienestar de la población, que esté a buen resguardo de los actos corruptivos, que reduzca los niveles de desigualdad y que privilegie los programas de mayor rentabilidad social.

En otras palabras, necesitaremos, sí, tal vez, más  cantidad de recursos públicos, pero sobre todo gastarlos bien y con calidad, sujetos a un riguroso escrutinio ciudadano que les dé transparencia y que sean para atender los asuntos fundamentales de la sociedad zacatecana.

Dos caminos tenemos en el diseño del presupuesto de egresos 2016, uno fácil (poco racional) y otro responsable. El primero plantea aumentar artificiosamente la fuente de los ingresos, sostener la inadecuada  recaudación tributaria y mantener la acumulación de los pasivos y los niveles de endeudamiento, a espaldas del erario público, aun cuando en el horizonte crezcan los riesgos de hipotecar el futuro de las nuevas generaciones.

La segunda alternativa, que se vincula al criterio de responsabilidad, significa elegir el camino del realismo y de la honestidad, que conduzca al diseño de un presupuesto racionalmente austero, no recesivo, que ponga énfasis en lo fundamental, no en el dispendio y que fortalezca los programas y proyectos  de desarrollo humano y social.

Existe otra inquietud relacionada con la interrogante, en qué se debe gastar el dinero público en el 2016 y la respuesta es obvia: en desarrollo social, en educación, en salud, en la generación de empleos de calidad y en proyectos que potencialicen la productividad y competitividad, que disminuyan los riesgos para la entidad en un entorno económico complejo, como el que se vive en la actualidad.

El escenario internacional no es nada positivo y nos desengañamos pronto con observar algunos indicadores: la caída estrepitosa de los precios del petróleo, la depreciación de la moneda mexicana frente al dólar,  la normalización de la política monetaria de Estados Unidos, con el próximo incremento de las tasas de interés de los créditos bancarios en ese país, la desaceleración de la economía de China, así como la burbuja  y la especulación financiera global, entre otros elementos que hacen difícil el entorno económico del 2016. Todo esto obliga a la elaboración de un paquete económico, con elevada responsabilidad pública.

Reingeniería presupuestal y la  frágil cultura de la evaluación al desempeño

En el plano nacional, la discusión y aprobación del presupuesto de egresos de la federación para el 2016, se ha acompañado y fundado en una reingeniería del gasto con enfoque base cero y una sólida cultura de la evaluación al desempeño, que por razones jurídicas tendrán que reproducirse en todas las entidades federativas, incluyendo Zacatecas.

Los artículos 79 y 80 de la Ley General de Contabilidad Gubernamental, precisan en su texto, la responsabilidad legal que tienen todos los entes públicos de presentar periódicamente un avance en la implementación y ejecución de un presupuesto basado en resultados y del sistema de evaluación al desempeño, en relación a los recursos federales transferidos a los Estados. Y en este ámbito, Zacatecas no ha presentado buenas cuentas.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Pública (SHCP), dependencia encargada de proporcionar  esta información a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, ubica a Zacatecas en el lugar número 28 en el índice nacional de implementación del presupuesto basado en resultados, lo que revela que en este rubro nuestro Estado no ha hecho la tarea correctamente, como lo mandata la ley  ¿A quién corresponde hacer esa labor?

Esa circunstancia subraya la exigencia de profundizar en Zacatecas, la cultura de la evaluación al desempeño, requisito fundamental para contar con administraciones públicas eficientes y de calidad.

Endeudamiento y su impacto en el desarrollo de una sociedad

Adam Smith (1723-1790), uno de los máximos exponentes de la economía clásica, en sus tratados y estudios, destacaba ya lo negativo que podría resultar para el desarrollo de una sociedad el acudir a los altos y excesivos niveles de endeudamiento público. Su propuesta siempre procuró favorecer administraciones eficientes, con sistemas fiscales sanos. Hoy, a través de los siglos, está vigente dicha propuesta.

Por lo pronto, el paquete económico 2016, que incluirá el presupuesto de la transición, del cambio gubernamental, tendrá que poner en el centro, el desarrollo estratégico de los zacatecanos y no la confrontación política.

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