La Casa de los Perros: De romances, bendiciones y bodas

CLAUDIA G. VALDÉS DÍAZ

Romance

El evento en el cual se entregó la Plaza de Armas resultó ser el principio del fin de un romance que mal que bien había sostenido Miguel Alonso con los zacatecanos. Se le respetaba y quería.

Hoy, cuando las prisas les ganaron entregando obras inconclusas y mal hechas, sumado a la falta de una conducción eficaz de la política interna, terminaron con el que debió ser uno de los eventos cumbres antes del V Informe de Gobierno. Fue un fiasco.

Qué necesidad había que los integrantes del Sindicato Independiente de Trabajadores del Estado de Zacatecas (SITEZ), y el Sindicato Único de Trabajadores del Instituto Zacatecano de Educación para los Adultos (Sutizea) hicieran pasar ese mal momento al gobernador frente a sus invitados. No la había, pero dejar todo inconcluso y no cumplir la palabra empeñada al final le salió caro a Miguel Alonso, mientras que los responsables terminan ahí, ocultos y sin recibir la reprimenda que merecen.

Tampoco había necesidad de lanzar en el discurso frases como: «Siempre serán más los que estén a favor, que los que políticamente lucran contra el desarrollo de Zacatecas». Eso ya es muy trillado y suena más bien a pretexto mal pensado. Es mejor tomar conciencia de los errores y asumir las consecuencias. Echarle la culpa al de al lado ya no funciona.

Y menos conveniente fue echarle la policía a los que protestaban, dejando ver la cara intolerante de los gobiernos represivos del PRI, más bien la hubieran enviado a donde el secretario de Gobierno, Jaime Santoyo, que no fue capaz de evitar este desastre del que solo paga los platos Miguel Alonso. Una lástima.

Con la cara descompuesta, el inquilino temporal de La Casa de los Perros tuvo que aguantar insultos y gritos y unas mantas desplegadas justo en el inicio del fin de este sexenio.

Y aunque apareció un grupo de mujeres que intentaron el contrapeso, y al son de «Miguel, Miguel!» buscaron por cielo, mar y tierra que las protestas pasaran desapercibidas, nada se pudo hacer y no quedó más que apechugar ante la mirada de María Teresa Franco, la mandamás en el INAH, quien con el gobernador, es la responsable directa de la desaparición de las jacarandas, de la simbólica fuente y del levantamiento de cada piedra de cantera en la Plaza de Armas, y de quien ya se ve cobrando como secretario de Cultura, Rafael Tovar y de Teresa, de Conaculta. Sus expresiones lo dijeron todo.

Y si bien la presencia del obispo Sigifredo Noriega Barceló, y del artista Manuel Felguérez, que llevaba interés particular en La Alameda, dieron un espaldarazo a Miguel Alonso, ya no queda duda que el romance ha terminado.

Otros tiempos

La crítica a las obras en la Plaza de Armas y La Alameda fue feroz en las redes sociales, los comentarios vertidos dejaron ver que los zacatecanos simplemente no comulgaron nunca con lo que en el Centro Histórico sucedió.

Pero, finalmente, al gobernador Miguel Alonso Reyes, a diferencia del propio presidente Enrique Peña Nieto, poco le ha importado lo que sucede en el ciberespacio, y mientras el inquilino de Los Pinos otorgó una buena parte de su Segundo Informe a resaltar la importancia de estas herramientas para los gobernantes, en Zacatecas ha sido un tema muy, pero muy menor al que no se le toma ni en cuenta.

Esto puede ser porque el cambio generacional no llegó al área de Comunicación Social, en donde todavía creen que en las redacciones los reporteros recurren a la Olivetti para hacer las notas informativas.

De ahí ese alejamiento del gobernante con quienes ocupan buena parte de su tiempo (la mayoría jóvenes) en manifestar su sentir a través de estos medios. Pero ya ahorita, ni llorar es bueno.

Bendiciones

La que parece sí estar cuidada es la restauración del templo de San Judas Tadeo, allá en Villanueva.

El alcalde Miguel Torres Rosales con tiempo acudió al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para solicitar los permisos correspondientes antes de iniciar los trabajos.

Dicho templo, una vez concluidos los avanzados trabajos, quedará como antaño, con el aplanado que lucía cuando los abuelos mostraban su juventud en el Jardín.

Pero mientras los trabajadores volaban en los andamios iniciaron algunas quejas por parte de un grupo de habitantes, pero ahí entró al quite el sacerdote Conrado, que ocupó la homilía para poner a todos en su lugar.

En las misas del domingo dejó en claro que el abandono en el que se encontraba el templo requería de una rápida y efectiva intervención, por lo cual todos debían dejar de quejarse y mejor agradecer a Dios que los daños que el tiempo ha dejado en la tercera iglesia más visitada del estado (primero está Plateros y luego el Señor de las Palomitas) desaparezcan para dar paso a la renovación.

Después de la letanía sacerdotal, la obra, ya con la bendición, y el alcalde Miguel Torres, reciben solo felicitaciones.

Boda

Un par de adineradas familias de Monterrey, aprovechando la publicidad gubernamental de que Zacatecas es un destino de bodas, decidieron celebrar un lujoso casorio en esta capital.

Los novios eligieron el Hotel Quinta Real no solo para el fiestón, sino también para hospedar a la familia y demás invitados. Los administradores del lugar se encontraban felices, ya que la reservación, con un considerable anticipo, no solo incluía el banquete, sino una buena cantidad de habitaciones, unos 250 convidados ahí pernoctarían. Obvio, para la feliz pareja, la suite presidencial.

La situación fue que, a diferencia del Patronato de la Feria Nacional de Zacatecas (Fenaza), la pareja sí previó con mucha anticipación su evento, de ahí que cuando se cerró el contrato con Alejandro Fernández y los encargados del Patronato acudieron a realizar las respectivas reservaciones, el hotel ya no estaba en condiciones de recibir al Potrillo.

Y es que entre las múltiples condiciones que el artista puso para presentarse en el Palenque de Zacatecas está que necesariamente debía ser hospedado en la suite presidencial del Hotel Quinta Real y nada más.

El presidente del Patronato, Rodrigo Rodríguez Reyes, inició entonces labor de convencimiento y ofreció unos 70 mil pesos al novio para que dejarán la habitación al cantante. En otras circunstancias quizás la petición hubiera surtido efecto, pero los protagonistas de la boda, sin necesidades monetarias, simplemente dijeron que no.

Propusieron entonces cerrar el Mesón de Jobito solo para el cantante. El representante no aceptó. El riesgo era perder el anticipo que ya se había dado al hijo del de Huentitán. Por ello, y no por otra cosa, ahora el cantante ofrecerá solo un concierto, gratis para el pueblo, el 21 de septiembre en el Multiforo. Le toca pues cerrar la Fenaza 2015.

El accidente, lo habría dicho él mismo en sus cuentas oficiales en las redes sociales, solo había sido un susto.

Twitter: @lasnoticiasya

[email protected]

0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of
guest

0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x