La sucesión Zacatecas 2016, prudencia política y/o la locura del poder

* Los escenarios de la sucesión gubernamental y los auto/destapados

* Los gobiernos sexenales atípicos de 24 años en la historia de Zacatecas

* Que en la sucesión triunfe la prudencia, no la locura irracional por el poder

MANUEL IBARRA SANTOS

De cara al próximo quinto informe del ejecutivo estatal se ha acelerado, en un ímpetu desbordado, sin contención jurídica ni límites éticos, la lucha por la sucesión que conducirá en el 2016 a la renovación del gobierno de Zacatecas, la madre de todas las batallas políticas, en un proceso ausente de reglas modernas y cargado de un fuerte olor patrimonialista.

Ante esto, se antojan dos escenarios probables: primero, el asociado al retorno de la prudencia política como alternativa deseable para la sociedad y segundo, la ruta que imponga la incontenible irracionalidad de la locura por el poder, sin brújula ni dirección, que no beneficia a nadie, sino sólo a unos cuantos.

En la historia de los gobiernos sexenales escrita de 1944 a la fecha, la sociedad política zacatecana ha experimentado trece sucesiones. La del 2016 será la número catorce, la que nos dejará como saldo, luego de un prolongado período de estridencia y confrontación, la elección de un nuevo gobernador. Simultáneamente se efectuarán comicios para renovar el Poder Legislativo y los 58 ayuntamientos de la entidad.

Lo deseable sería que en esta fase de renovación democrática electoral en Zacatecas triunfe no la locura por el poder, sino la prudencia política que implica hacer lo racionalmente justo y legal, con toda la fuerza del Estado, para propiciar el bienestar colectivo de la sociedad, en una entidad con fuertes y ancestrales rezagos.

Apostarle en la desproporción de la frivolidad por la muerte de la prudencia política, sería conducir a Zacatecas a la tragedia y a ponerle un nudo ciego para limitar su desarrollo y progreso.

La prudencia es la mejor de todas las virtudes políticas para promover el avance de un pueblo y ésta significa, en términos teóricos, apego a las leyes; respeto a la dignifica del ser humano y a la sociedad; y compromiso con el bienestar colectivo.

Por eso, en todo proyecto de desarrollo de nuestro Estado, el retorno a la prudencia es una de las grandes necesidades que tendrán que formular los integrantes de los Partidos, de las élites gobernantes y en particular los políticos de todos los niveles y estratos.

La prudencia política, los caciques y los gobiernos multisexenales

Con el arribo de Leobardo Reinoso al poder público de Zacatecas, en 1944, se inauguran las administraciones sexenales que pusieron punto final a la etapa de inestabilidad e incertidumbre de los gobiernos posteriores al movimiento de La Revolución de 1910.

De 1910 a 1944, en la historia de Zacatecas se registraron más de 200 periodos gubernamentales, con mandatarios estatales verdaderamente efímeros, algunos de ellos que duraron en su puesto no más de 24 horas.

Leobardo Reinoso inició en 1944, efectivamente, la fase de las administraciones públicas con estabilidad, pero abrió igualmente el periodo de gran fuerza institucionalizada de los caciques que se perpetuaron en gobiernos sexenales con influencias prolongadas hasta por más de 18 años en el poder, en una paradoja que parecía irrepetible en nuestra historia. La llegada de José Rodríguez Elías al poder en 1962, significó el choque y la ruptura con el viejo cacique.

Se dieron así, en una visión atípica y contradictoria, los sexenios en donde las dinastías, los caudillos y caciques, han gobernado a Zacatecas en trechos prolongados hasta por más de tres sexenios continuos.

En el 2016, la sociedad zacatecana participará en comicios locales para elegir al gobernador número 14 en la historia política reciente de la entidad.

Los gobernadores de Zacatecas de 1944 a la fecha han sido los siguientes: Leobardo Reinoso (1944-1950), José Minero Roque (1950-1956), Francisco E. García (1956-1962), José Rodríguez Elías (1962-1968), Pedro Ruiz González (1968-1974), Fernando Pámanes Escobedo (1970-1980), José Guadalupe Cervantes Corona (1980-1986), Genaro Borrego Estrada (1986-1992), Pedro de León Sánchez (1992), Arturo Romo Gutiérrez (1992-1998), Ricardo Monreal Ávila (1998-2004), Amalia García Medina (2004-2010) y Miguel Alonso Reyes (2010-2016).

La prudencia política versus la locura irracional por el poder

La sucesión gubernamental en Zacatecas que se resolverá en los comicios del 2016 enfrenta el dilema de decidir por el camino de la prudencia política o, contrario, por la vía de la irracionalidad mezquina de la lucha desenfrenada (casi al nivel de la locura) por poder público, sin proyecto ético, lo que no traería beneficio alguno al pueblo zacatecano.

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