La alternancia política en Zacatecas, la desmemoria y el Chapo Guzmán

* Cómo será la alternancia 2016: ¿de partido, de grupos, de proyecto, de compromisos éticos?

* La alternancia de partidos en los municipios zacatecanos: ¿Para qué ha servido?

* Joaquín “El Chapo” Guzmán, un criminal consolidado en los gobiernos federales de la alternancia

MANUEL IBARRA SANTOS

En los últimos 17 años de historia <de 1998 al 2015>, la sociedad en Zacatecas ha experimentado en dos ocasiones la alternancia de los partidos en el poder público y hoy de cara a la sucesión 2016 será recomendable repensar este fenómeno a fin de valorar si es el procedimiento más adecuado para fortalecer la democracia y/o para pervertirla aún más.

Los especialistas  del tema han dicho que la alternancia democrática puede ser invariablemente de partidos, de grupos, de dinastías, de proyectos e incluso de caciques y familias en el poder. ¿A qué tipo de alternancia pudiera aspirar la sociedad zacatecana?

El pensador italiano Michelangelo Bovero (1949…) en sus tratados políticos afirma con acuciosidad que la alternancia es una característica  de los regímenes modernos, pero no implica necesariamente una condicionante de la democracia, porque los sistemas autoritarios también la ejercitan con relativa eventualidad.

Zacatecas se ha convertido en territorio geopolítico de la alternancia, pues la ha experimentado a nivel estatal en dos ocasiones, la primera en 1998 y la segunda en el 2010. El maestro y el alumno (el alumno y el maestro) se convirtieron en los más notables artífices y protagonistas de este fenómeno. La pregunta obvia es la siguiente: ¿en un proceso histórico circular será posible que  la misma expresión política construya el escenario de una tercera alternancia, sin rupturas?

Los principales  municipios de la entidad igualmente han vivido esta experiencia. Por ejemplo el ayuntamiento de Zacatecas capital en este mismo periodo de historia política ha tenido gobiernos emanados lo mismo de PRD, del PAN y del PRI. En Guadalupe, Fresnillo y Jerez se han vivido procesos similares de alternancia. Pero lo que no se ha sabido es que en estos espacios geográficos se hayan innovado modelos emergentes de gobernabilidad, cuando lo menos que se ha visto es la perpetuación de anacrónicos e ineficientes  sistemas de administración pública

A 17 años de la primera alternancia en Zacatecas, a cinco de la segunda y a 15 años de la alternancia en el gobierno federal, ha prevalecido en la clase política estatal, pero también en  el  campo de la academia, la desmemoria sobre el análisis del impacto positivo o negativo que la alternancia política ha tenido en el desarrollo de Zacatecas.

La alternancia democrática sin alternativas

En México se está cumpliendo en este julio el décimo quinto aniversario de la llegada a la administración federal de un gobernante procedente de un partido distinto al PRI y con toda contundencia se puede afirmar que la alternancia fracasó por que los artífices de ella se empecinaron  sólo en cambiar  al inquilino en la casa del poder y no procuraron construir un nuevo edificio para la democracia mexicana.

En esta etapa de los gobiernos de transición, la sociedad civil se ha quedado vestida y alborotada, no ha fructificado el combate a la corrupción, los niveles de impunidad prevalecen y eso obedece en gran parte a que la alternancia democrática de los últimos años ha sido incapaz de plantear soluciones a los grandes problemas de México y de Zacatecas, pues se ha quedado atrapada en la simulación. Es decir,  hemos tenido una alternancia sin alternativas.

Por eso, a México y a Zacatecas debemos de observarlos con lupa analítica,  antes y después de la alternancia: ¿Qué tanto hemos mejorado? ¿La economía es más competitiva? ¿Los indicadores de pobreza se redujeron? ¿Aumentaron los niveles de bienestar?

Luego de tener un prolongado periodo de gobiernos de alternancia, pero sin cambios de fondo, podemos argumentar que los factores de una democracia ineficaz para los mexicanos, son al menos cinco: 1).-Una deficiente rendición de cuentas públicas; 2).-altos niveles de impunidad y corrupción; 3).- el clientelismo indignante del sistema democrático; 4).-Una muy limitada cultura  de la legalidad; y 5).-La fragilidad, ineficiencia y debilidad del Estado Mexicano, como ya se observó con la evasión de la justicia, por segunda ocasión, del “Chapo” Guzmán, el barón de las drogas.

La alternancia democrática y el Chapo Guzmán

Por cierto, el  líder del cártel del Golfo, Joaquín El Chapo Guzmán ha hecho alarde de su poderío y ha puesto en crisis a todos los gobiernos de la alternancia: se escapa por primera vez de la cárcel en el 2001, a inicios de la administración de Vicente Fox; Felipe Calderón no le vio ni el polvo; y se evade por segunda ocasión de la justicia en el régimen de Enrique Peña Nieto, dando con ello un golpe brutal a la legitimidad del gobierno federal, al mostrar la corrupción que a niveles de putrefacción carcomen a las instituciones de seguridad y fragilizando en consecuencia  la gobernabilidad del país.

A lo que debemos  aspirar es que Zacatecas no sea terreno de “chapos” ni de “Z”, sino territorio de la legalidad.

La alternancia y la sucesión 2016 en Zacatecas

Para los escépticos y  a fin de ilustrar un poco el pesimismo, en Zacatecas la sucesión gubernamental 2016 planteará incuestionablemente escenarios inéditos y renovados para la alternancia democrática, en cualquiera de sus modalidades o tipos. El tiempo nos sacará de dudas.

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