Los egresados de educación superior, su drama y Chuayffet en Zacatecas 

La escasez de empleo para los profesionistas y el desperdicio de capital humano.
• La Suprema Corte de Justicia de la Nación declara constitucional la evaluación docente.

• Emilio Chuayffet Chemor y su apoyo a la educación pública del Estado.

MANUEL IBARRA SANTOS

En un escenario de intenso debate en el país sobre la reforma educativa encabezado por Emilio Chuayffet, quien salió bien librado de su comparecencia reciente en el Senado de la República y en instantes en que la Suprema Corte de Justicia de la Nación aprobó, en un acto histórico de unanimidad avalado por sus once ministros, la declaratoria de constitucionalidad de la evaluación al desempeño de los maestros de México (-la que no tiene reversa-), aparecen con ello simultáneamente nuevos desafíos para el sistema escolar, como el relacionado con la inserción laboral de los miles de egresados de las universidades que anualmente se quedan marginados de alternativas dignas de empleo.

La visita a Zacatecas en estos días de Emilio Chuayffet Chemor se realiza en un momento en que el sistema educativo del Estado requiere como nunca el apoyo financiero de la federación y cuando las luces de la eficacia y la prudencia serán siempre fundamentales en la conducción de un sector tal crucial para el desarrollo de la sociedad, como el de la educación.

Al culminar el ciclo escolar 2014/2015 habrán de egresar de las instituciones de educación superior en el país, según datos oficiales de la SEP y de la ANUIES, 500 mil nuevos profesionistas, de los cuales el 1.5% por ciento los aporta el Estado de Zacatecas. Pero el drama es que el mayor porcentaje de ellos, superior al 50 por cierto, no encontrarán empleo digno o bien se verán forzados a enrolarse en el mundo de la informalidad laboral, sin considerar aquí las puertas falsas formuladas por el crimen organizado.

Este fenómeno angustiante para los jóvenes y para la sociedad obedece a que existen más egresados que puestos formales de trabajo, debido a que la economía nacional no crece lo suficiente y eso provoca que tengamos un elevado desperdicio de capital humano de dimensiones realmente criminales, por la ausencia de políticas rigurosamente planificadas.

La producción en aumento del número de profesionistas universitarios en promedio anual en estos tres lustros del silo XXI ha sido del 5.9%, en tanto que la tasa de crecimiento del producto interno bruto nacional (PIB) se ha estancado en bajas cifras que fluctúan entre el 1.5 y 2 por ciento.

Dicho factor que ha achicado el mercado laboral para los egresados universitarios, igualmente ha propiciado que las empresas contraten personal altamente calificado ofertando en cambio salarios menores y realmente precarios, como sucede con todas las empresas maquiladoras que sobre/explotan al nivel de nuevos esclavos a los profesionistas, sin que haya quien los defienda, ante la ciega mirada cómplice del Estado, que ha sido incapaz de darle mayor dinamismo a la economía. Simplemente ante esto, los jóvenes no tienen de otra.

Tal circunstancia ha ocasionado también un singular patrón de sobre educación, donde el Estado le invierte mucho en la formación de las nuevas generaciones, pero en el que los únicos beneficiarios han resultado los dueños de las empresas maquiladoras transnacionales, eliminando con esto la posibilidad de crear riqueza, para distribuirla con sentido ético de justicia en la nación.

Hoy se tienen que plantear una serie de reformas en las Instituciones de educación superior y en el modelo económico mexicano, para mejorar la inserción laboral de los profesionistas universitarios.

De lo contrario estaremos asistiendo al escenario delineado por la escritora Viviane Forrester, quien en su ensayo “El Horror Económico” dibujó el drama en el que viven los jóvenes de la sociedad contemporánea concentrados en la ocupación principal, que es la de buscar empleo, sin encontrarlo comúnmente.

Encuesta Nacional de Ocupación y los profesionistas 

La última y más reciente encuesta nacional de ocupación señala que en el país existen más de 7.8 millones de profesionistas ocupados, pero adicional a ellos se puede contar un porcentaje superior al 50 por ciento a dicha cifra de egresados de educación superior que se localizan en condición de desempleados.

El panorama de los egresados tiende cada vez más a complicarse, lo reconoce la Asociación de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), quien en su más actualizado diagnóstico estadístico revela que en el presente año tendremos 500 mil egresados de licenciatura, 93 mil de postgrado y 34 mil técnicos superiores.

En el Estado Zacatecas el promedio de egresados anual que se registra en las más de 40 instituciones de educación superior, es aproximadamente de 7 mil profesionistas.

La ANUIES en su estudio “Educación, Mercado de Trabajo y Satisfacción Laboral” admite que la mayor cantidad de egresados padece el drama permanente de no poder encontrar trabajo digno y otro porcentaje es maltratado y explotado irracionalmente por las empresas maquiladoras que los contratan en condiciones de desventaja, sin regulaciones laborales justas y con la complacencia de las autoridades respectivas.

La educación superior y su múltiple fracaso

La educación superior en México y en Zacatecas, padece los efectos de un múltiple fracaso, que se manifiesta en lo cuantitativo y cualitativo, que no se han corregido porque falta compromiso de Estado y políticas realmente planificadas.
El tema educativo, por su repercusión y transcendencia para la vida de la sociedad, merece un tratamiento más responsable, con visión planificada y alejado de cualquier encono.

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